Hespress pudo conocer de fuentes locales en varias zonas del sureste que existe un estado de alerta máxima en el que autoridades locales y activistas de la sociedad civil han unido fuerzas tras la emisión del boletín de alerta de la Dirección General de Meteorología, que pronosticaba tormentas eléctricas muy fuertes acompañadas de granizo y ráfagas de viento, que afectarán a varias regiones del Reino a partir de hoy, viernes, y hasta el próximo domingo.
Las mismas fuentes indicaron que las zonas afectadas, especialmente las prefecturas y provincias de Zagora, Tinghir, Errachidia, Ouarzazate y Tata, mencionadas en el nivel de alerta roja (70-120 mm), están siendo testigos de “campañas de sensibilización invirtiendo en diversos canales de comunicación, incluidas las redes sociales y el diálogo sobre el terreno con la población, para evitar accidentes graves en el este de Marruecos”.
“Alerta máxima”
Jamal Aqshbab, presidente de la Asociación de Amigos del Medio Ambiente en la región de Zagora, confirmó que “se están llevando a cabo actualmente las operaciones de coordinación con las autoridades locales con el fin de lograr un estado de máxima alerta; porque el boletín de alerta requería un nivel de alerta roja, y se trata de una alerta que debe abordarse con seriedad para evitar que se registren incidentes graves en este nivel”, y agregó que “los actores ambientales entre ellos han llevado a cabo operaciones de coalición claras para salir con cero desastres en términos de vidas”.
“Los nómadas son los más afectados por las inundaciones, que pueden causar graves daños a los habitantes y a sus propiedades si se producen con mucha frecuencia”, dijo Akchbab en una explicación proporcionada a Hespress, señalando que “se están llevando a cabo campañas de sensibilización sobre el terreno en coordinación con las autoridades locales y los consejos electos para alertar a todos y tomar precauciones. Esto no se limita a Zagora y las zonas circundantes, sino que el problema parece estar muy extendido a nivel del sureste, y esto es lo que muestran los movimientos interactivos a nivel de los medios de comunicación”.
El mismo portavoz destacó que “la atención se centró inicialmente en las zonas que podrían ser el corazón de la tormenta, por lo que se advirtió a la población que evite caminos y carreteras que pasen por valles o adyacentes a ellos y que evite cruzar puentes para evitar cualquier fragilidad que pudiera registrarse y pudiera llevar al arrastre de estas instalaciones”, destacando que “las autoridades educativas nacionales, a su vez, respondieron y suspendieron las clases a partir de hoy viernes, lo que significa que la preparación es clara”.
“lluvia razonable”
Mohamed Lamine Labied, activista comunitario del sureste, afirmó por su parte que existe “una verdadera alianza entre todos a nivel del este de Marruecos”, subrayando que “la seguridad concierne a todos y la lucha contra las catástrofes debe hacerse colectivamente para garantizar la supervivencia de todos los habitantes de las ciudades, los pueblos, los nómadas y los que viven en medio de los oasis”, añadiendo que “este último grupo es el que podría sufrir grandes daños porque vive en palacios y castillos dentro de los oasis que están al borde del derrumbe”.
“Todos los habitantes se han tomado muy en serio el aviso de alerta”, declaró Labied a Hespress, señalando que “las lluvias torrenciales son una pesadilla para esta región, cuyos habitantes siempre rezan para que llueva, pero temen los aguaceros torrenciales que convertirán la vida de muchos en un infierno. Al final, siempre pedimos misericordia a Dios”. Y añadió: “Todos están ahora sobre el terreno y las autoridades están haciendo un seguimiento para garantizar que estos días relacionados con el pronóstico transcurran sin incidentes graves”.
“Durante este período, los ancianos y los nómadas comparten sus estrategias para hacer frente a las fuertes lluvias y al granizo; durante el período de preparación y alerta, todos se vuelven capaces de aprender, dado que la experiencia de nuestros ancianos tuvo su efecto antes de que existieran estos medios modernos y contemporáneos”, dijo el portavoz, y agregó que “a pesar de esta gran cautela, los habitantes esperan repetidamente la lluvia, porque el hombre del oasis solo vive de la agricultura, que es su principal destino económico en una región que sufre una sequía estructural”.
