Elena Semechin gana el oro con un récord mundial: es una estrella de la natación en los Juegos Paralímpicos. El hecho de que pueda participar en París es un éxito aún mayor, porque hace menos de tres años recibió el terrible diagnóstico de un tumor cerebral. Ella lucha y envía un mensaje emotivo.
Elena Semechin se secó una lágrima de los ojos mientras sonaba el himno nacional alemán y, con la medalla de oro colgada del cuello, tuvo que respirar profundamente varias veces. Casi tres años después de que le diagnosticaran un tumor cerebral, la nadadora no solo cumplió su sueño aparentemente imposible, sino que también envió un mensaje a los miles de enfermos de cáncer en Alemania. “Quizás este haya sido un ejemplo para muchas otras personas”, dijo Semechin emocionada.
Todo el mundo tiene el “poder de decir: no me rendiré y no dejaré que me depriman y seguiré luchando. Eso es lo que quiero transmitir al público, que hay que seguir creyendo en los propios deseos y sueños y que también se puede disfrutar de la vida”. Ella ha demostrado con su propia “mente y cuerpo que se puede salir de situaciones así”. Hay que luchar por algo y no rendirse, “no importa lo que diga la gente a tu alrededor”.
Tras el terrible diagnóstico de un tumor cerebral en octubre de 2021, pocos creyeron en la nadadora Semechin. Pero volvió durante la quimioterapia. En el Campeonato Mundial de 2022 en Madeira, la berlinesa ganó sensacionalmente la plata entre dos ciclos de quimioterapia. Poco más de un año después, seis meses después del último de un total de 13 ciclos de quimioterapia, Semechin ganó su tercer título mundial en Manchester. Ahora ha coronado su regreso.
“Pasé de ser un desastre físico a ser un atleta nuevamente”
“Estoy increíblemente feliz y aliviada de estar aquí”, dijo la nadadora de 30 años, que ha pasado por “momentos difíciles”. “El diagnóstico después de Tokio me dejó sin aliento. Nunca pensé que mi entrenador convertiría a una desastrosa física en una atleta que luego nadaría récords mundiales. No tengo palabras”. Con un tiempo de 1:12.54 segundos, quedó 17 centésimas por debajo de su antiguo récord mundial, superando a la competencia por más de tres segundos.
“No se puede subestimar al oponente, lo sentí en Río. En aquel entonces, estaba convencida de que ganaría”, explicó Semechin, que “solo” quedó tercera en aquel momento. Debido al cáncer, esta vez optó por un enfoque diferente. Nadó principalmente contra sí misma “porque quería demostrarme a mí misma que podía ser más rápida que en 2019, cuando todavía estaba bien y no había pasado por todo esto”.
Y la emotiva velada en el Arena La Défense no es todavía el broche de oro a su regreso de ensueño. “Quién sabe lo que está por venir. Siempre me gustan las sorpresas”. Los Juegos de 2028 en Los Ángeles, revela Semechin, “están definitivamente en mi lista”. Quizás entonces pueda inspirar a aún más gente.
