lLas noticias sobre los lobos valones no se componen sólo de cuadernos rosas. Los análisis genéticos confirman que la loba encontrada muerta el 27 de marzo, aplastada por un vehículo, es Maxima, la compañera de Akela, el primer lobo que se estableció en la meseta de Hautes-Fagnes en junio de 2018.
Maxima, que tenía seis años cuando murió, fue identificada por primera vez en Valonia en diciembre de 2020. Desde su convivencia con Akela, con quien formó la “manada de las Hautes Fagnes del Norte”, ha dado a luz a tres camadas de 2021 a 2023, es decir, otras dieciséis. lobos, y esta descendencia dio a luz a otras dos manadas.
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Por lo tanto, la manada ya no existe: Akela se queda sola con los cachorros nacidos el año pasado y que tienen alrededor de 10 meses. Este año no habrá reproducción. Es difícil predecir las consecuencias de la muerte de Máxima. Los jóvenes, que tienen edad suficiente para ser independientes, acabarán abandonando la manada liderada por Akela. Éste, que ya tiene 8 años, tendrá que esperar a que aparezca una nueva hembra y se establezca en el territorio. En el mejor de los casos, la primera reproducción no se producirá antes de 2025. La edad media de un lobo al morir es de unos 10 años.
“En las próximas semanas y meses podemos esperar una alteración de los límites de los territorios de los lobos en el macizo de Hautes Fagnes y Eifel”, indica la Red Valona del Lobo.
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El único depredador de los lobos en nuestro país es el hombre. Y su principal instrumento es el coche: las colisiones con coches son la principal causa de muerte de lobos en Europa Occidental. El hallazgo del cuerpo de Máxima se produjo en una carretera que une los pueblos de Roetgen y Konzen, en el municipio de Eupen.
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