Primero librera en Rodez, desde hace varios años combina su pasión por los libros con la lectura y el baile. Y ofrece con el músico Nicolas Marmin, un espectáculo dedicado al 30 aniversario de Rouergue Jeunesse. Nadie en mejor posición que ella podría hacerlo…
Un día, Laetitia Cador decidió cerrar un libro para abrir mejor otro. Del mundo del libro, que animó durante dieciocho años en la Maison du livre de Rodez, pasó a la animación de libros. Con eso quiere decir que ella decidió poner en escena estos cuentos que les contamos a los niños. Por la mañana, por la tarde, antes de acostarse. Porque pudo asociarle su tercera pasión: la danza.
“Un significado inconmensurable”
Libro, cuento, danza: su felicidad. Y lo admite: tuvo la oportunidad de evolucionar entre los libros y, en particular, la colección Rouergue, nacida en Rodez hace treinta años. Una edición presentada como revolucionaria en el mundo de la literatura infantil. Su compañero, David Fourré, que creó su propia editorial “Lamaindonne” en Marcillac, trabajó para Éditions Rouergue. Es un eufemismo decir que Laetitia Cador está inmersa en este universo. “Conozco lo que hay detrás de escena”, sonríe. Tanto es así que al recordar los treinta años de Rouergue, en particular con Marylyne Bony de la mediateca de Rodez, de intercambios con Olivier Douzou, en los orígenes de esta edición, lo dice sin rodeos: “Tenía sentido hacer algo. Aportó mucho a la literatura infantil. Es algo intangible, pero hacer este programa tiene un significado inconmensurable para mí.
Por lo tanto, le es imposible no hacer nada para este cumpleaños. Leyó todo de esta edición nacida en Rodez, desde Jojo la mache, la primera, hasta las otras 600 que le siguieron. Y releyó muchos de ellos para montar este espectáculo, presentado recientemente en la mediateca y que presentará a principios de año en el museo Denys-Puech, donde se ha creado un rincón especialmente para celebrar Rouergue. Jeunesse.
“Es bastante emocionante”
Ella no quería estar sola en esto. Traiga notas musicales con las que ella también bailaría. Y rápidamente funcionó con Nicolas Marmin, un músico ecléctico que rápidamente entendió hacia dónde quería llegar Laetita. Cada personaje, cada sentimiento remite a una nota, a una atmósfera, en este mundo de imaginación dibujado e inventado para los niños. Ella compartió sus sugerencias de lectura, él compartió sus notas con ella y la partitura rápidamente tomó forma. “Es bastante emocionante”, admite.
Pues bien, Laetitia Cador tardó un poco en clasificar las seiscientas obras. Están los imprescindibles, como el primero que lanzó las ediciones Rouergue Jeunesse, Jojo la mache, Mono le cyclops, etc. Sus favoritos. Luego se dejó guiar por sus recuerdos. Así fue como la página en blanco, su vacío, le hizo pensar en Bob y compañía. Con él comenzará todo para este espectáculo que se llamará “Empecemos por el principio”. Mientras los autores de Rouergue juegan con texto e imágenes, ella juega con el texto. Un poco como si jugara con libros. Como cuando leía libros a los clientes de la Maison du livre, con ese placer que nunca la abandonaba.
Sus ojos se iluminan cuando ve a su hijo jugar nuevamente con los libros, caminar con ellos. Invita a los niños a tu mundo de libros, ¿qué podría ser mejor? Desde hace casi siete años desarrolla esta puesta en escena del libro infantil. No olvidemos la confianza que le brindó Sylvie Lechat, de Ram mill’couleurs, que le sirvió de “laboratorio” donde pudo compaginar danza, teatro y lectura en voz alta. Con la empresa la Lloba entra en colegios y centros de ocio. Sorpresa. Sueña con los niños. Comparte con ellos en la imaginación de los autores. Y esta música única de Nicolas Marmin que siempre llega en el momento adecuado.
Desde que dejó la librería rutena camina entre líneas e imágenes. “Me hubiera gustado estar cubierta de libros”, se ríe, hablando de su programa. Un bonito eco de este “juego” que es en cierto modo la matriz de la juventud de Rouergue. Casi como si ella misma hubiera salido de un libro para niños.
Laetitia Cador y Nicolas Marmin tocarán el sábado 21 de diciembre en la mediateca y el miércoles 8 de enero en el museo Denys-Puech.
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