Es una fórmula basada en la sabiduría popular: un pueblo que olvida su historia pierde su identidad.
Esto es lo que está sucediendo en Quebec como en todo Occidente. Peor aún: la mayoría de los historiadores profesionales han participado en esta mutilación de la identidad al someterla a ideologías académicas de moda, presentadas con demasiada frecuencia como avances científicos.
La consecuencia de esto: hemos perdido la pista del pueblo de Quebec. Hemos llegado a dudar de nuestra propia existencia. Un joven que quisiera leer la historia del pueblo de Quebec simplemente no sabría qué libro abrir.
Consciente de esta situación, el ensayista Jacques Houle acaba de publicar, con Liber, una obra absolutamente imprescindible.
Nación
Su título: Los primeros canadienses
Su objetivo: contar la historia del pueblo quebequés, asumiendo que está anclada en la de la mayoría de ascendencia francesa. Quien olvida esto se condena a no comprender nada de nuestra historia.
Houle no reduce la historia de Quebec a la de su territorio ni a la de la población de Quebec en el sentido administrativo.
Quebec es el Estado nacional de los quebequenses, del mismo modo que Irlanda es el Estado nacional de los irlandeses y Marruecos el Estado nacional de los marroquíes.
Houle cuenta la historia del grupo humano que dio forma a este país, que se identificó con él como cada pueblo del mundo se identifica con el suyo. Cuenta la historia de aquellos que primero se identificaron como franceses, antes de convertirse en canadienses, luego en francocanadienses, luego en quebequenses y luego en quebequenses francófonos.
Houle regresa en este primer volumen a los orígenes del país.
Cuenta la historia de Nueva Francia y la formación de nuestro pueblo en el Valle de San Lorenzo. Recuerda su difícil implantación en un territorio que no se puede calificar de hospitalario, así como nuestras buenas relaciones con los amerindios.
Luego relata el crecimiento de la colonia, luego la conquista inglesa, en el contexto internacional de la época. Esto lo lleva también a nuestra resistencia después de la Conquista, y a la forma en que resistimos bajo el régimen inglés, que había planeado nuestra erradicación. Se dirige a los patriotas, y al fracaso de su rebelión, donde se expresó por primera vez la aspiración de independencia que atraviesa a nuestro pueblo.
El próximo volumen, que se publicará dentro de unos meses, cubrirá nuestra historia desde el Canadá unido hasta el Quebec soberanista.
Me conmovió profundamente encontrar a mi gente mientras leía este libro.
Identificar
Salimos convencidos de una cosa simple: nuestro pueblo ciertamente no es el más poderoso del mundo, pero es un pueblo hermoso que merece vivir.
Normalmente no recomiendo regalos de Navidad, pero este libro debería ser uno. Está bella y sencillamente escrito, es educativo y está documentado; Sin caer nunca en pedantería intelectual, Jacques Houle hace que nuestro pueblo tome conciencia de su historia.
Una historia impulsada por una obsesión: sobrevivir. Y atravesados por un ideal: algún día seremos dueños plenos de nuestra propia casa.
Related News :