Desde 2017, Édouard Salmon, fotógrafo de profesión y deportista por pasión, viaja por Francia armado con su dron, capturando fotografías magnificadas por los colores y las luces de las estaciones. Entre un libro de estilo documental y un tratado filosófico sobre el deporte, la obra combina impresionantes fotografías e impactantes citas de los más grandes.
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Más hacer que decir
« Elevación”, “armonía”, “vuelo”, “explosión de energía”, “éxito”: el vocabulario proveniente del campo léxico del poder y la libertad subraya cada una de sus fotografías. Más allá del simple impacto a nivel físico, Édouard Salmon aporta al deporte su nobleza, haciéndose eco, a través de su pluma y de su mirada, de la noción de éxito y de placer mental, casi psíquico, que esta práctica hace posible.
Biblia, además de estético y representativo de una amplia gama de actividades físicas, define el ejercicio como la importancia de la superación de uno mismo y por tanto de la ambición. “El deporte consiste en delegar en el cuerpo algunas de las virtudes más fuertes del alma” manifiesta Jean Giraudoux (Le Sport, 1928), justo en la mitad del libro.
Como era de esperar, el prefacio está escrito por Yann Arthus-Bertrand. “Más que el deporte en sí, es su visión gráfica lo que siempre me ha fascinado », confiesa el maestro de la fotografía aérea.
Una obra magistral
Édouard Salmon ofrece así una versión de su disciplina, en su forma más explícita. Capta un movimiento claro, jugando con las sombras de sus sujetos en plena acción: un resultado único y magistral garantizado, sublimado por la inmensidad de las canchas y espacios en los que se ejercitan los atletas.
Curvas de la sombra de un remo. sobre agua clara con las líneas ordenadas de una cancha de tenis, se dibujan pinturas geométricas donde el tiempo parece detenido, congelando a sus figurantes a veces volando, a veces bailando, en todo caso expresándose físicamente a través de la locura.
> “El deporte visto desde el cielo”, de Édouard Salmon, Amphora, 224 p., 50 euros.
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