Los médicos quebequenses han elaborado una lista de cincuenta libros “para prescribir”, en particular para ayudar a los pacientes a acceder a información adicional creíble.
Libros de recetas para ayudar a los pacientes a mejorar. He aquí un experimento llevado a cabo en la ciudad de Quebec (Canadá), donde el hospital ha elaborado una lista de libros que los médicos pueden recetar y que los pacientes pueden encontrar en las bibliotecas de la ciudad.
Estos libros se llaman “remedios literarios” y los recomienda el médico. La iniciativa fue lanzada hace un año en el CHU de Québec-Université de Laval a partir de un proyecto propuesto por el director de asuntos universitarios docentes Patrice Lemay.
“Muchas veces sabemos que las consultas son muy rápidas, el tiempo es limitado para atender a la mayor cantidad de personas posible durante el día. A veces salimos un poco decepcionados diciendo ‘No tenía todas las respuestas a mis preguntas’. Pero de esta forma, el especialista tiene acceso a un listado de colecciones a las que se puede acceder en las bibliotecas cercanas a nuestros hospitales. Y allí podemos dar referencias para brindar información adicional a los pacientes”, explica.
Estas recomendaciones de libros cubren cuatro áreas: final de la vida, psicología, nutrición y cuidado espiritual, con trabajos bien documentados para cada área para evitar fantasías. “Hoy sabemos que el paciente tiene un papel más activo en sus episodios de atención. Así que va a buscar un primer diagnóstico a su amigo Google y acude a su profesional para obtener una segunda opinión médica”, continúa Patrice Lemay.
Si bien las personas tienen acceso a más información, eso no significa que toda sea precisa. “Entonces lo que hicimos fueron grupos por tema, con material en literatura de alta calidad, accesible, de público general y fácilmente recomendable”, indica el director de educación.
Más de 50 libros fueron elegidos por expertos en salud, como Oscar y la dama rosa de Eric-Emmanuel Schmitt, que describe los últimos días de un niño afectado por el cáncer, o manuales sobre la dieta mediterránea o el autismo. Los médicos pueden consultar varios libros con sus recetas y los pacientes sólo tienen que ir a pedirlos prestados. Varias bibliotecas de Quebec ofrecen una sección de “remedios literarios”.
