Desde hace varios años, la biblioteca Jean-Christophe Rufin de Sens ofrece a sus miembros libros adaptados a las personas con discapacidad visual y un servicio a domicilio.
Allí podrás encontrar un espacio compuesto por alrededor de 500 libros con letra grande (hasta tamaño 20) y más de 1.000 audiolibros. Dos veces al año, el equipo formado por Kelly Farrelly, Carole Adda y Fabienne Bayer renueva el stock de libros para ampliar el espacio y aportar algo nuevo, gracias a editoriales especializadas.
Entrega a domicilio
Los tres profesionales también ofrecen servicio de entrega a domicilio. Se dirigen a personas con discapacidad (residencias, residencias de mayores, particulares), con movilidad reducida u otras dificultades, para llevarles audiolibros y/o libros en letra grande. Para ello hay que llamar la primera vez para concertar una cita, luego dos de estos empleados se acercan al domicilio de la persona para conocerla, conocerse y conocer los gustos de la persona. Esto también ayuda a garantizar la seguridad de todos.
Posteriormente, los usuarios pueden llamar y solicitar el libro que deseen. Los bibliotecarios traen el libro muy rápidamente y el préstamo está previsto para seis semanas (un poco más de lo normal).
“Acercar la cultura a la gente que no puede venir a la biblioteca, la accesibilidad a todos, esa es nuestra misión”, afirma Kelly Farrelly, muy implicada en este proyecto. También indica que las personas sin discapacidad pueden utilizar estos libros para evitar lastimarse la vista o beneficiarse del préstamo de audiolibros para momentos de relax o paseos.
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