El municipio organizó su primera feria del libro, que podría haberse visto perturbada por el episodio de las Cevenas. Este sábado llovió, pero la curiosidad y la sed de cultura pudieron más que el mal tiempo y los visitantes llegaron en gran número. Veinticinco autores regionales, de todos los estilos, presentaron novela, novela policíaca, fantasía, literatura infantil, cómic para el público en general y poesía. Cuatro de ellos son del pueblo. Los niños de la escuela Georges Brassens, guiados por su directora Audeline Dusfour, aportaron una sorprendente decoración mural compuesta por un fresco de arte parietal y varias pinturas hechas a mano. El food truck de La Bottega deleitó a los autores invitados y a los amantes de la cocina italiana y permitió una pausa en los intercambios que condujo a un interludio musical espontáneo: Curtis Ridel, Fred Bologsen y Bernard Dreams, tres de los autores, se turnaron para el micrófono y la guitarra para interpretar una canción cada uno. Este momento inesperado en una feria del libro fue saludado por los asambleístas presentes. Finalmente, un sorteo gratuito, ofrecido por el municipio, permitió a 6 visitantes ganar obras de los escritores presentes, la mitad de los cuales ofrecieron sus libros. Aurore Fernandes, autora de novelas, de Alignan-du-Vent, declaró a Marie-Aude Sicard, teniente de alcalde encargada de cultura: “Nunca había participado en un espectáculo tan amigable, habéis puesto el listón muy alto”.
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