Después de haber documentado los 15 meses de vida arlesiana del pintor en La oreja de Van GoghBernadette Murphy miró a sus modelos. Revelaciones sobre su identidad y sus destinos por descubrir en El café de Van Gogh.
¿Cómo hiciste para identificar 12 retratos de arlesianos, anteriormente anónimos, pintados por Vincent van Gogh?
Es un trabajo largo y minucioso. Cuando abrí mi primer libro sobre Van Gogh, incluso antes de escribir sobre él, estaba lleno de errores. Para mí, la única manera de demostrarlo era actuar como un detective y me metí en el juego. Creé una base de datos de todas las personas que vivían en Arlés en la época de Van Gogh: 13.310 personas vivían en la ciudad en 1888. Hoy estoy en 25.000 porque he sumado desde entonces a antepasados, descendientes y todos aquellos que pudieron haber estado en contacto con él durante su estancia. Entonces la metodología fue eliminar a quien no podía ser. Ya conocíamos, por ejemplo, el nombre de Joseph Ginoux, el marido de El arlesianopero había seis homónimos, todos de la misma familia. Tuve que buscar en los documentos del estado civil y volver a comprobarlo todo. Es como un gran rompecabezas en el que hay que encontrar todas las piezas.
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