La leyenda mundial del BMX freestyle, el francés Matthias Dandois (35 años) publicó su autobiografía “Figure du bitume” al final de su inmensa carrera. El nueve veces campeón del mundo de BMX plano recuerda en esta entrevista su extraordinario viaje.
¿Por qué decidiste escribir este libro?
Hace un año y medio recibí un mensaje de un editor de Flammarion. Al principio escribir un libro me parecía una locura. Y entonces me dije que era un buen momento para hacerlo, dejaré de competir a final de año, tengo muchos recuerdos de los últimos 20 años.
Al principio del libro, hablas de unas primeras veces concentradas durante un fin de semana en Estados Unidos…
Este es el fin de semana fundamental en mi vida deportiva y adulta. Cuando regresé a París, obtuve mi bachillerato. Al ganar una ronda del Mundial y haber superado el bachillerato y haberme hecho un poco más adulto en otros lugares (sonrisa), crecí de repente.
Pareces inseparable de tu bicicleta. ¿Qué relación tienes con este objeto?
Esta relación ha evolucionado a lo largo de mi carrera. Cuando tenía 13 o 14 años, me levantaba por la noche para ir a verlo al garaje. Una vez que supe hacer trucos, se convirtió en una liberación. Después de los 23 o 24 años entendí que me permitía hacer cosas lindas, la bicicleta se convirtió en una pareja de baile. Hoy, para cerrar el círculo, es un objeto que cada vez me duele más la espalda (risas).
La noción de trabajo es particularmente significativa en su carrera…
Gané concursos bastante rápido en mi juventud, por lo que encontré satisfacción en el trabajo. No era necesariamente más talentoso que nadie. Preferí el momento en que aprendí la figura más que el momento en que lo logré.
Alex Jumelin, figura mundial del BMX plano y Fise Montpellier, fue tu ídolo, se convirtió en tu mejor amigo. La relación que tienes con él es magnífica…
Alex cambió mi vida, yo era un gran admirador cuando era pequeño. La primera vez que lo vi, estaba temblando. Fue amable, me tomó bajo su protección. Y como él es 12 años mayor que yo, mis padres confiaron en él para llevarme a todas partes. Al principio él era el Jedi y yo era el Padawan hasta que el Padawan superó al Jedi.
Fise Montpellier ha cambiado su carrera e incluso su vida.
Soy hijo de Fise Montpellier, voy allí desde 2004, cuando todavía estaba en Grammont. Lo he ganado siete veces. He vivido altibajos, momentos extraordinarios de celebración, lesiones… Después de París, Montpellier es la ciudad de Francia donde he pasado más tiempo.
El pasado mes de mayo participaste en tu último Fise a orillas del Lez con esta carrera legendaria con la música de Kyo, “Dernière danse”. ¿Cómo viviste este momento?
En primer lugar, haberlo vivido delante de mis padres fue extraordinario. Logré clasificarme para la final y tuve una de las rachas más locas de mi carrera gracias al público de Montpellier que me apoyó. Me invadieron las emociones, había tanta comunión. Fue un momento suspendido en el tiempo.
