Pierre Assouline es autor de una docena de biografías: las vidas de Albert Londres, Rudyard Kipling, Gaston Gallimard y Georges Simenon son analizadas por este hombre de letras francés. De la fábrica de los grandes hombres a la cocina de las grandes obras sólo faltaba un libro que acaba de publicar: como escribir es la suma de varias décadas de lectura, lecciones aprendidas de la escritura de sus propias novelas y confidencias extraídas de sus entrevistas organizadas en una historia pragmática que fascinará a los bibliófilos.
Se puede leer como un manual de escritura. Desde las herramientas metodológicas hasta el delicado arte del acabado, Pierre Assouline recorre todas las etapas cruciales en la gestación de una obra. Estilo, género, diálogo, personajes, título: si escribir fuera una ciencia exactaCómo escribir Serían sus instrucciones participativas, ricas en consejos de entrenadores tan diversos y talentosos como Joyce Carol Oates (“escribe con pasión y sin reservas, escribe para tu generación, no te compares, no te desanimes, lee mucho… “), Steinbeck (dos páginas por día en lápiz Mongol 482), Zola (elaborado a partir de tres fuentes: “libros, testigos y observación directa y personal”), Wild y sus aforismos, Stephen King (“no escribimos con preguntas moral, sino una historia y personajes”), Truman Capote (quien logró escribir La sangre fría sin usar el pronombre “yo”), Paul Auster (lanzado sin un plan en su trilogía de nueva york) o Marina Tsvetaïeva y su culto a las últimas páginas.
La melodía del mundo.
Un elenco de ensueño reunido en torno a una misión imposible, porque una certeza surge de Cómo escribir. A pesar de lo prometedor del título, es la ausencia de una verdad única en materia de arte narrativo lo que nos demuestra su autor: “Cada uno tiene su propio método, hay tantas maneras de hacer las cosas como escritores”. Planteada esta aporía, vagamos más ligeramente en esta investigación polifónica donde ejemplos y citas se suceden para iluminar los aspectos principales de cualquier empresa literaria: ¿qué consecuencias para qué punto de vista? ¿Deberíamos decir el tiempo presente? ¿Prioridad a los personajes o la historia? ¿Cómo procesar fuentes? ¿Es el género decisivo?
Los problemas encontrados son universales, pero las soluciones son siempre personales. De Racine a Modiano pasando por Katherine Mansfield, a quien llama “la acuarelista del fragmento”, Pierre Assouline, miembro de la Academia Goncourt, nunca es más relevante que cuando se detiene en los detalles: Amos Oz está en la mesa a las cinco de la mañana. Disfruta del estado algodonoso del despertar, propicio para la imaginación. Mathieu Belezi no escribe “hasta que la voz de su personaje se lo impone”, mientras Leonardo Padura se obliga a mirar por la ventana cada veinte minutos, para no perder la melodía del mundo que lo rodea.
Al dejar la compañía de estos artistas en el trabajo, nos sentimos más inclinados a leerlos que a escribir a su vez, una señal de que el aura misteriosa de la literatura no se revela tan fácilmente.
Ensayo. Pierre Assouline, como escribirEd. Albin Michel, 335 páginas.