CRÍTICA – Una colección llena de sol, que reaviva nuestro gusto por lo insignificante. La próxima vez no nos irritará tanto el molesto júbilo del especialista y su “tienes que saber…
Con la gente es asiPhilippe Delerm retoma su juego favorito. Pesa las pequeñas cosas del día a día, devolviéndoles toda su densidad. Aquí, se centra en nuestras pequeñas frases. Se dice que son prosaicos, banales. Lo ve como una comedia humana. Cuando el hombre apurado apenas los nota, se detiene en ellos. Los corona con “oraciones metafísicas cortas », de esta filosofía que hace más tierna la existencia. Bajo su pluma lúdica, cada tic lingüístico se convierte en una micronarrativa.
¿Quién mejor que él sabe identificar la “tensión cortésmente horrorizada del rostro” que acompaña al “yo”?no se lo deseo a nadie » ? La « pequeño puchero burlón” de “es lindo» ?
Se podría pensar que le molestan los “no te preocupes” de los más jóvenes y los “eso es una desviación” de los jubilados. Ahora nos volveríamos a equivocar. El “Sempé de las palabras” sabe encontrar su franja dorada en cada nube. Cada una de sus pequeñas frases es, como su “primero…
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