Acusado de haber empujado al suicidio a su expareja, un hombre comparece ante el tribunal de Belfort este jueves 28 de noviembre de 2024. Un paso más en la lucha por el reconocimiento de los feminicidios por suicidio forzado.
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Seguida de su trabajo, hasta 1.000 mensajes en dos días, amenaza con publicar vídeos íntimos… Víctima de violencia doméstica, física y moral durante muchos años, Agnès G. se suicidó en julio de 2024, a la edad de 57 años. Su excónyuge será juzgado en Belfort este jueves 28 de noviembre. Hasta entonces se encuentra en prisión preventiva y está siendo procesado por violencia, invasión de la privacidad y acoso moral con resultado de suicidio.
Este juicio podría sentar un precedente. Porque si un número desproporcionado e insospechado de víctimas de violencia doméstica acaba con su vida, pocos de estos casos acaban en los tribunales. ¿El problema? Sumar los suicidios forzados a la larga lista de feminicidios en Francia. Y resaltar las devastadoras consecuencias del lado psicológico de la violencia doméstica.
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El 19 de noviembre, la Misión Interministerial contra la Violencia Doméstica y la Trata de Personas (Miprof) reveló esta cifra aún desconocida: en 2023, 773 mujeres víctimas de acoso moral por parte de su (ex)cónyuge se suicidaron o intentaron suicidarse. Esto supone el doble de los que mueren cada año directamente a manos de su pareja.
El juzgado de Belfort, en noviembre de 2024.
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© Cristina Dumas – MAXPPP
Esta estadística amplía el espectro y la gravedad de la violencia doméstica en la conciencia colectiva. Porque si se contara entre los feminicidios, ya no estaríamos hablando de una mujer asesinada cada tres días por su pareja, sino de una cada día en Francia.
Aunque los expertos en salud mental señalan que el suicidio nunca es una causa única, no se puede ignorar la responsabilidad de estos acosadores por la muerte de su víctima.
Un gran avance: el suicidio forzado ha encontrado un lugar en nuestras leyes. Francia es uno de los pocos países que lo reconoce como una circunstancia agravante de acoso moral. A raíz de la Grenelle de 2019 sobre violencia doméstica, se introdujo el artículo 222-33-22-1 en el Código Penal. Estipula que el acoso por parte de un cónyuge o excónyuge que conduzca a un intento de suicidio o a un suicidio se castiga con diez años de prisión y una multa de 150.000 euros.
Para los abogados y las partes civiles, el desafío sigue siendo obtener justicia. Según LesJours.fr, de los 223 procedimientos de este tipo transmitidos al Ministerio Público en 2022, 25 fueron objeto de procesos penales. Este mismo medio dio una veintena de condenas por suicidio forzado entre 2020 y 2023. Cualquiera que sea el resultado del juicio Belfort, es uno de los raros focos de atención puestos sobre el problema en los últimos años.
El suicidio nunca es inevitable. Si tienes pensamientos suicidas, habla con tus seres queridos, contacta a tu médico, o al 3114 (número nacional gratuito 24 horas al día, 7 días a la semana, profesional y confidencial). La línea directa SOS Amitiés también está disponible las 24 horas en el 0972394050.
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