Por segundo año consecutivo, los flujos migratorios alcanzan “niveles récord en 2023, pero no están fuera de control”, según la OCDE. Los inmigrantes que satisfacen una necesidad laboral nunca han estado tan bien integrados en el mercado laboral.
En 2023, los 38 países de la OCDE registraron 6,5 millones de nuevos inmigrantes “permanentes” (incluidas personas con permiso de residencia y nacionales europeos), un aumento del 10% con respecto a 2022, un año ya sin precedentes.
Estados Unidos, cuyo nuevo presidente electo Donald Trump ha prometido expulsiones masivas, sigue siendo el principal país de destino con 1,2 millones de nuevos residentes legales permanentes, el nivel más alto desde 2006.
Además, alrededor de un tercio de los países de la OCDE han experimentado niveles récord de inmigración, en particular el Reino Unido (747.000), pero también Canadá (472.000), Francia (298.000), Japón (155.000) y Suiza (144.500).
Disminución en un tercio de los países
Por otro lado, la inmigración ha caído en otro tercio de los países de la región, especialmente en Dinamarca, Estonia, Israel, Italia, Lituania y Nueva Zelanda.
La mayor parte del aumento se debe a la migración familiar (+16%), que representa el 43% del total de entradas, pero la inmigración humanitaria (+20%) también está aumentando, señala la OCDE.
Entrada récord en el mercado laboral
La migración laboral se ha mantenido estable. Sin embargo, la integración de los inmigrantes al mercado laboral continúa alcanzando niveles sin precedentes.
La tendencia al alza pospandemia en el empleo de inmigrantes continuó en 2023, y la OCDE registró “niveles generales de empleo históricamente altos” del 71,8%. La tasa de empleo más alta se encuentra en Nueva Zelanda (82,3%), mientras que alcanza el 62,4% en Francia.
Bajos niveles de desempleo
Al mismo tiempo, los niveles de desempleo en estas poblaciones son bajos (7,3%). “Hoy en día, tienen apenas un poco más de probabilidades de encontrarse desempleados de larga duración que sus homólogos nativos”, señala la organización internacional.
Diez países, incluidos Canadá (75,8%), el Reino Unido (76,3%) y Estados Unidos (73,3%), así como los 27 países de la UE, registraron “las tasas de empleo de inmigrantes más altas jamás registradas”.
Fuerte demanda de mano de obra
“La fuerte demanda de mano de obra en los países de acogida ha sido uno de los principales impulsores de la migración en los últimos dos años”, explica el director de Empleo y Trabajo de la OCDE, Stefano Scarpetta.
“En muchos países de la OCDE que enfrentan una escasez generalizada de mano de obra y cambios demográficos inminentes, un número cada vez mayor de trabajadores migrantes ha contribuido al crecimiento económico sostenido”, continúa.
El peso de los inmigrantes entre los empresarios ha aumentado considerablemente en los países de la OCDE durante los últimos 15 años. En 2022, el 17% de los trabajadores autónomos eran en promedio inmigrantes, frente al 11% en 2006, señala el informe.
“Un equilibrio delicado”
“El debate público sobre el impacto de la migración en el mercado laboral gira generalmente en torno a la competencia por los puestos de trabajo entre inmigrantes y trabajadores autóctonos. Sin embargo, los inmigrantes no sólo son trabajadores que compiten, sino también empleadores”, resume el informe.
Consciente de que estos “flujos importantes han causado una preocupación generalizada” y han implicado, en particular, una “fuerte demanda de infraestructuras de acogida”, la OCDE cree que la gestión de la migración “requiere cada vez más un delicado equilibrio”.
Además de endurecer las leyes de asilo, algunos países también han comenzado a imponer restricciones a otras rutas de inmigración legal para aliviar la presión sobre el mercado inmobiliario y los servicios públicos.
“Al mismo tiempo, la escasez de mano de obra calificada y los desafíos demográficos continúan alimentando el interés en la migración laboral y requieren que los países logren un equilibrio entre restricción y atracción, para seguir siendo destinos competitivos para trabajadores extranjeros y estudiantes internacionales”.
“Mejorar la accesibilidad y disponibilidad de vías de migración profesional no sólo contribuye a abordar la escasez de mano de obra, sino que también es esencial para fortalecer el control general de los flujos y gestionar la migración irregular”, insiste el director de Empleo de la OCDE.
Este artículo fue publicado automáticamente. Fuentes: ats/afp
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