La Agencia Meteorológica Española levantó este jueves su alerta roja por mal tiempo en el sur y este de España, al final de una noche marcada por fuertes precipitaciones, por las que las autoridades no han informado por el momento de nuevas víctimas.
“Lo peor de esta segunda depresión ya pasó”, indicaron en la red social las trágicas inundaciones que causaron al menos 223 muertos.
La agencia pública había puesto estas dos regiones en alerta roja el miércoles por la tarde, el nivel máximo posible, en una región con un riesgo “extremo” de inundaciones ligado a la presencia de una nueva “gota fría”, una depresión aislada a gran altura bastante Común en otoño en la costa mediterránea española.
Inicialmente, esta alerta permanecería vigente hasta las 12.00 horas para el litoral de la Comunidad Valenciana y las 8.00 horas para la provincia de Málaga. “Evita viajar. “Pueden producirse desbordes de ríos e inundaciones”, advirtió.
Esta alerta, emitida apenas dos semanas después de las mortíferas inundaciones que azotaron el sureste del país, reavivó los temores de los residentes, especialmente en las comunidades afectadas, donde una quincena de personas siguen desaparecidas y donde continúan las tareas de limpieza.
Prevenir es mejor que curar
En la Comunidad Valenciana, esta situación empujó a las autoridades a dictar restricciones de circulación y suspender clases el jueves en más de un centenar de municipios. Se ha suspendido el tráfico ferroviario entre Barcelona y Valencia, mientras que se ha aplazado la reanudación de los trenes en la línea Madrid-Valencia, prevista para el jueves por la mañana.
Sólo se autorizan los viajes en caso de “fuerza mayor”, anunció el miércoles por la noche el presidente conservador de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, muy criticado por su falta de capacidad de reacción y su caótica gestión de las inundaciones de finales de octubre.
En Málaga, donde varias carreteras quedaron inundadas y el tráfico aéreo sufrió graves perturbaciones, se cerró el metro y se suspendió la línea de tren a Madrid. Según las autoridades, más de 4.200 personas también fueron evacuadas “preventivamente”.
“Más vale prevenir que curar, lo vimos en Valencia”, explicó el presidente de la región de Andalucía, Juan Manuel Moreno, durante un viaje a Sevilla.
Según la Aemet, durante la noche cayeron lluvias torrenciales en las regiones afectadas, con acumulaciones de 110 litros de agua por metro cuadrado (110 milímetros) en Alcudia de Veo, en el interior de Valencia, y de 88 litros (88 milímetros) en Chiva. , un pueblo ya afectado por las inundaciones de finales de octubre.
Estas lluvias obligaron a los servicios de emergencia a realizar nuevas operaciones de salvamento, tanto en Andalucía como en la Comunidad Valenciana. Pero hasta el jueves por la mañana las autoridades no habían informado de nuevas víctimas. “En este momento no hay víctimas en Andalucía”, declaró Moreno en RTVE.
Barricadas improvisadas
Ante el temor de nuevas inundaciones, los vecinos habían levantado el miércoles por la mañana barricadas improvisadas con sacos de tierra frente a las puertas de las casas en Paiporta, localidad de las afueras de Valencia considerada el epicentro de la catástrofe del 29 de octubre.
Las autoridades temían especialmente ver desbordarse las alcantarillas aún bloqueadas por las toneladas de barro y basura acumuladas en las comunidades afectadas a finales de octubre, que las autoridades aún no han podido evacuar por completo.
Las autoridades valencianas fueron duramente criticadas por su gestión del mal tiempo del 29 de octubre. Esta indignación dio lugar a manifestaciones multitudinarias el sábado, la mayor de las cuales reunió a 130.000 personas en Valencia.
(afp)
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