Prohibiciones de circulación para vehículos pesados y circulación más fluida de lo habitual. Este lunes marca una particularidad en el calendario. Al igual que el 8 de mayo y el 14 de julio, el 11 de noviembre es día festivo en Francia, pero no en Luxemburgo.
Es más, este año el Día del Armisticio es sinónimo de un fin de semana largo al otro lado de la frontera, lo que ha llevado a muchos trabajadores fronterizos franceses a tomarse un tiempo libre. Para otros, despertar debe haber sido más frustrante de lo habitual. Los menos motivados pueden pasar el resto del día despotricando sobre la historia de Luxemburgo y las fuerzas presentes durante la Primera Guerra Mundial.
A diferencia de Francia, el Gran Ducado no formaba parte de los aliados, pero era oficialmente un país neutral, lo que explica la ausencia de un día festivo con motivo del Armisticio. De hecho, la Gran Guerra, que fue especialmente mortífera con 18,6 millones de víctimas, provocó un gran período de agitación en Luxemburgo.
A partir del 1 de agosto de 1914, Luxemburgo fue ocupada por el ejército alemán, lo que llevó al gobierno luxemburgués a protestar contra esta violación de la neutralidad del Gran Ducado. El país se vio afectado por la escasez de alimentos, lo que obligó al gobierno de turno a utilizar poderes especiales e imponer restricciones y racionamiento. En la primavera de 1917, las tropas alemanas reprimieron violentamente una huelga en la industria siderúrgica.
En el plano militar, al menos 3.000 soldados luxemburgueses se han incorporado a las tropas aliadas, ya sea en el contingente de la legión extranjera o afiliandose a su país de origen. La Gëlle Fra se erige en la Place de la Constitution para rendir homenaje a quienes perdieron la vida en el campo de batalla. También se creó en Luxemburgo una red de espionaje británica que jugaría un papel importante en la derrota de la última gran ofensiva alemana en 1918.
Durante este período, Luxemburgo también tambaleó políticamente, en particular debido a las relaciones amistosas entre la gran duquesa María Adélaida y el emperador alemán Guillermo II. Antes de la abdicación del soberano en 1919, las tropas francesas impidieron un golpe de estado destinado a establecer una república y se llevaron a cabo negociaciones para incorporar Luxemburgo a Bélgica. Pero el referéndum de 1919, la primera votación en la que participaron mujeres, permitió salvar al país en su forma actual.
A pesar de todos estos giros históricos, la idea de un día festivo no ha tenido mucha aceptación en Luxemburgo. La elección de establecer un día no laborable adicional recayó en el 9 de mayo, para celebrar Europa, a partir de 2019. Sin embargo, el 11 de noviembre sigue siendo una fecha a marcar en el calendario del ejército luxemburgués, ya que es la fiesta patronal de San Martín. Las celebraciones tuvieron lugar este lunes en el centro militar de Diekirch, en presencia de la ministra Yuriko Backes.
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