La ayuda llega por fin a Massanassa

Después de cuatro días intentando vaciar las calles, la espesa capa de barro parece estancarse en la localidad de Massanassa. Repartidas por toda la ciudad, cientos de personas trabajan todo el día, pero nada parece aliviar la angustia de algunos residentes. “Por más que estemos limpiando, lo cierto es que no me queda nada en mi casa, me digo que saldremos de esto, pero de momento es muy complicado”.se lamenta un residente local muy afectado por las devastadoras inundaciones.

Hace sólo 24 horas que finalmente algunos camiones han podido entrar en la localidad de Massanassa. El movimiento de sus vehículos por las calles embarradas y llenas de escombros es lento y difícil. Calles que aún necesitan ser despejadas. Los cientos de voluntarios allí presentes interfieren en ocasiones con el buen desarrollo del trabajo de los responsables de la limpieza. Por el momento, toda la energía se está dedicando a reconstruir la ciudad, pero el trauma de los residentes puede tardar más en superarse.

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