(Tiflis) Decenas de miles de georgianos se manifestaron el lunes en Tiflis con la oposición proeuropea para denunciar el resultado de las elecciones legislativas “robadas” según ellos por el partido gobernante, al que acusan de orientar el país hacia Moscú, y cuyo progreso Bruselas y Washington lo han criticado.
Publicado a las 6:30 a.m.
Actualizado a las 5:32 p.m.
Romain COLAS
Agencia France-Presse
Una voz europea discordante, el Primer Ministro húngaro Viktor Orban, cercano a Moscú, viajó a Georgia el mismo día para apoyar al gobierno allí, burlándose de la UE, de la cual su país ostenta la presidencia rotatoria.
Concentrada por la tarde frente al edificio del Parlamento, en el centro de la capital, dos días después de una votación ganada por el partido gobernante Sueño Georgiano, la multitud se dispersó dos horas después del inicio de la manifestación.
Dirigido por el multimillonario Bidzina Ivanishvili y que gobierna Georgia desde 2012, Georgian Dream es acusado por la oposición de haber incurrido en una deriva autoritaria prorrusa y de distanciar a esta antigua república soviética del Cáucaso de la perspectiva de ingresar en la Unión Europea y la OTAN.
Al son del himno de la UE, los manifestantes blandieron banderas georgianas, europeas y, a veces, ucranianas, constataron periodistas de la AFP. “Georgia vota por la Unión Europea”, decía un cartel. “Georgia no es Rusia”, afirmó otro, captado por un fotógrafo de la AFP.
“Les han robado sus votos, pero no permitiremos que nadie nos robe nuestro futuro”, dijo a la multitud la presidenta georgiana Salomé Zourabichvili, rompiendo con el gobierno pero con poderes constitucionales limitados.
En una entrevista con la AFP, M.a mí Zourabichvili denunció métodos “sofisticados” para distorsionar el voto, según ella similares a los utilizados en Rusia. “Es muy difícil acusar a un gobierno”, “pero la metodología es rusa”, afirmó el jefe de Estado proeuropeo.
El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, rechazó “acusaciones infundadas”.
El primer ministro georgiano, Irakli Kobakhidze, afirmó que la “principal prioridad” de Tiflis sigue siendo la “integración europea”.
Viktor Orban en Tiflis
Pero uno de los líderes de la oposición, Guiorgui Vachadzé, afirmó que los partidos de la coalición se negarían a sentarse en un Parlamento “ilegítimo” y exigió nuevas elecciones bajo supervisión internacional.
Irine Tchkouaseli, una manifestante de 19 años, dijo que estaba “decidida a luchar por la verdad”. “La mayoría de la gente siente lo mismo, no nos detendremos hasta que se anulen estos resultados falsos”, añadió.
El partido gobernante y el gobierno georgiano, por su parte, recibieron el apoyo del primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien el sábado saludó la “victoria abrumadora” de Sueño Georgiano.
“Georgia es un Estado conservador, cristiano y proeuropeo. En lugar de sermones inútiles, necesita nuestro apoyo en su camino europeo”, tuiteó a su llegada Orban, que el martes dará una conferencia de prensa con su homólogo georgiano.
“¡Ir a casa!” », le gritaron inmediatamente los manifestantes cuando salían de su hotel, según vídeos publicados en Internet.
Los ministros de Asuntos Exteriores de 13 Estados miembros de la UE, entre ellos Francia, Alemania y Polonia, criticaron el viaje “prematuro” del jefe del Gobierno húngaro, en una declaración conjunta publicada el lunes por la noche. Durante la jornada, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, subrayó que Viktor Orban en este contexto “no representa a la Unión Europea”.
“Investigación imparcial”
Los ministros europeos también deploraron la “violación de las normas internacionales” en estas elecciones, que fueron consideradas “incompatibles con los estándares esperados” de un país candidato a ser miembro de la Unión. Exigieron “una investigación imparcial”.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo en un comunicado que Estados Unidos “se suma a los llamados de los observadores internacionales” para hacerlo.
Según los resultados casi definitivos, Georgian Dream, en activo desde 2012, obtuvo el lunes el 53,92% de los votos, frente al 37,78% de la coalición de oposición.
Los resultados fueron rechazados el sábado por la oposición, que inicialmente había proclamado la victoria basándose en las encuestas a boca de urna.
METROa mí Zourabichvili cuestionó por primera vez el uso del voto electrónico en Georgia: según ella, se encontraron los mismos números de documento de identidad para “diecisiete votos, veinte votos, en diferentes regiones”. También habló de métodos como la compra de votos y la presión.
Pero según la analista política Ghia Nodia, el partido gobernante también pudo maniobrar “jugando efectivamente con el miedo a una guerra” con Rusia, el gran vecino del norte que ya había invadido parcialmente el país en 2008.
Este analista espera que el gobierno lance ahora un “ataque a gran escala contra los opositores, la sociedad civil y los medios de comunicación independientes”.
Georgia se vio sacudida en mayo por grandes protestas contra una ley de “influencia extranjera”, inspirada en la legislación rusa implementada para aplastar a la sociedad civil. Esta movilización no fue suficiente para provocar el abandono de este texto.
Posteriormente, Bruselas congeló el proceso de adhesión a la UE y Estados Unidos impuso sanciones contra funcionarios georgianos.
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