Los ataques con misiles de Irán del martes tienen como objetivo más “convocar a las multitudes” que infligir daños graves a Israel, según un destacado politólogo.
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A los ojos del profesor emérito de la Universidad de Sherbrooke Sami Aoun, el envío de unos 200 misiles iraníes a Israel es principalmente una respuesta “simbólica” a las demostraciones de fuerza israelíes.
La ofensiva del martes “no dejó muchas víctimas ni daños”, subraya.
Sin embargo, Irán tuvo que enviar un mensaje para elevar la moral de las tropas, particularmente entre sus aliados, tras los “devastadores” ataques sufridos por Hamás palestino y Hezbolá libanés en las últimas semanas.
Irán tenía la “obligación moral y política” de responder a Israel, explica Aoun, recordando la “humillación” que experimentó cuando el líder de Hamás, Ismaïl Haniyeh, fue asesinado en su territorio.
La muerte del secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah, y las explosiones de buscapersonas y walkie-talkies que dejaron decenas de muertos y miles de heridos en el Líbano también obligaron a Irán a demostrar su apoyo a sus aliados, afirma el politólogo.
El profesor ve en esto el deseo iraní de mantener “la unidad de los frentes” y seguir rodeando a Israel con “guerras de desgaste”.
la respuesta
Israel amenazó con responder brutalmente a estos ataques el martes por la noche.
“Irán cometió un grave error esta noche y pagará el precio”, dijo el primer ministro Benjamín Netanyahu en un mensaje de vídeo.
A este respecto, Sami Aoun modera las expectativas.
Aunque la región está en todo momento cerca de un estallido de conflicto, particularmente en el “período blando” representado por las elecciones presidenciales estadounidenses, Israel no puede hacer lo que le plazca.
En sus opciones estratégicas de respuesta, el gobierno de Netanyahu debe “calcular los intereses” de sus aliados occidentales, en particular los estadounidenses y los franceses, asegura Aoun.
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