Cuatro empleados de la empresa minera canadiense Barrick Gold, que posee junto con el Estado maliense uno de los mayores complejos auríferos del mundo, fueron detenidos esta semana en Malí, informó el sábado a la AFP un funcionario judicial bajo el anonimato.
Este directivo no precisó el motivo de estas detenciones, ni las funciones e identidades de los cuatro empleados. Una fuente cercana a la empresa, que también habló bajo condición de anonimato debido a lo delicado del asunto, indicó que los tribunales exigían una fianza muy alta para liberarlos.
Barrick Gold posee el 80% y el Estado maliense el 20% de las dos empresas propietarias del complejo aurífero subterráneo y al aire libre Loulo-Gounkoto en el oeste de Malí, cerca de la frontera con Senegal. Según sitios especializados, el complejo contiene decenas de millones de toneladas probadas o probables.
Los arrestos se produjeron cuando las empresas mineras y auríferas extranjeras se han visto presionadas por la junta desde que llegó al poder por la fuerza en 2020.
La restauración de la soberanía de este país enfrentado al yihadismo y sumido en una profunda crisis multidimensional es uno de los mantras de los militares. Prometieron garantizar a Mali, uno de los principales productores de oro de África pero también uno de los países más pobres del mundo, una distribución más equitativa de los ingresos de la minería.
Malí adoptó un nuevo código de minería en agosto de 2023 que permite al Estado participar hasta un 30% en nuevos proyectos. La reforma eliminó las exenciones fiscales otorgadas a las empresas durante sus operaciones.
Barrick Gold, uno de los grupos extranjeros que dominan el sector minero maliense, reconoció en julio tensiones con las autoridades, sin especificar su naturaleza. Dijo en un comunicado de prensa “trabajar constructivamente hacia una resolución global de nuestras diferencias para encontrar una opinión común sobre la cuestión esencial de compartir los beneficios económicos generados por nuestras operaciones”.
El jefe de Barrick Gold, Mark Bristow, subrayó que en los últimos 29 años su empresa ha invertido más de 10 mil millones de dólares en la economía maliense y que sus minas representan entre el 5% y el 10% del producto interior bruto anual. del país.
La creciente presión sobre las empresas mineras extranjeras coincidió con el giro de la junta hacia Rusia.
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