Bajo la amenaza del incendio que destruyó el área de Pacific Palisades, el famoso Museo Getty con vistas a Los Ángeles fue diseñado para proteger de las llamas sus invaluables colecciones de arte.
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El museo se encuentra en una zona afectada por una orden de evacuación, pero sus 125.000 piezas -entre ellas pinturas de Rembrandt, Van Gogh y Monet- y unos 1,4 millones de documentos no tuvieron que ser trasladados.
“El personal, las colecciones y los edificios están a salvo”, escribió el museo en X. Sin embargo, “la amenaza sigue ahí”.
Construido como “una hermosa fortaleza”, el Getty fue “construido para albergar piezas valiosas y protegerlas de incendios, terremotos, fuera de cualquier alcance”, explicó su responsable de comunicación en 2019, cuando el establecimiento ya estaba amenazado por las llamas.
“Confiamos en que el museo no arriesgará nada”, afirmó Lisa Lapin.
Primera barrera contra el fuego: el edificio está cubierto con unos 300.000 bloques de travertino, una roca caliza que resiste las llamas.
Su estructura también está hecha de hormigón y barras de acero, a diferencia de la mayoría de los edificios californianos –edificios incluidos– cuyas paredes suelen ser simples paneles de madera fijados sobre pilares.
Finalmente, sus techos están cubiertos de piedra triturada para evitar que las brasas arrastradas por el viento creen allí un hogar.
En sus jardines, donde se han favorecido las suculentas y los cactus resistentes al fuego, una estrecha red de tuberías recorre el sótano, conectadas a un depósito de agua de casi cuatro millones de litros.
Activar aspersores para humedecer el suelo, como fue el caso en 2019, puede ayudar a evitar que las brasas se depositen allí.
En el interior del museo, el sistema de ventilación también se puede conectar a un circuito cerrado, siguiendo el mismo principio que la ventilación de un automóvil para reciclar el aire del habitáculo, lo que evita que el humo entre en las salas y dañe las colecciones.
Y si alguna vez estallaran llamas entre sus paredes, sus galerías podrían separarse entre sí y sellarse mediante un sistema de puertas dobles, similar a los compartimentos estancos de un submarino.
El Centro Getty, que también alberga un centro de investigación y una fundación, con un total de mil empleados, fue construido entre 1984 y 1997 por el arquitecto Richard Meier, con un coste estimado de alrededor de mil millones de dólares.
