Para entrar en el Reino Unido, los nacionales de una cincuentena de países, entre ellos Estados Unidos, Canadá y Australia, deberán presentar ahora una Autorización Electrónica de Viaje (ETA) por importe de 12 euros (aproximadamente 18 dólares CAD), medida que se ampliará a los europeos en abril.
Obtener la ETA “fue muy sencillo”, asegura Jackie Day, un viajero que aterrizó el miércoles por la mañana en el aeropuerto de Heathrow, al oeste de Londres, procedente de Vancouver (Canadá). “Y no es muy caro”, afirma este jubilado de 77 años, entrevistado por la AFP.
Es una de las primeras pasajeras norteamericanas que viaja con ETA, medida que entró en vigor el miércoles.
N’aila Hadi, una estadounidense que voló a Nueva York, fue informada de la nueva medida por su hija, que la había visto en Instagram. “Cada país tiene ahora su propio procedimiento. (…) Creo que es normal”, dijo.
Al igual que ESTA para viajar a los Estados Unidos, ETA tiene como objetivo fortalecer la seguridad fronteriza. Es parte de los esfuerzos de Londres para digitalizar su sistema de gestión de fronteras.
Los viajeros explican que tuvieron que escanear su pasaporte, tomarse una foto y responder preguntas sobre su identidad.
“Esto nos permitirá comprender mejor a las personas que buscan entrar en el Reino Unido y evitar la llegada de quienes suponen una amenaza”, subraya el Ministerio del Interior.
Las autoridades británicas explican que tomarán su decisión en menos de tres días.
El documento, que cuesta 18 dólares canadienses, tiene una validez de dos años, pero la solicitud debe renovarse en caso de cambio de pasaporte.
48 países afectados
La ETA del Reino Unido le permite permanecer en el Reino Unido hasta seis meses. Autoriza un número ilimitado de estancias durante dos años, y es obligatorio incluso si los viajeros sólo están de paso por este país.
Este sistema, que afecta a los viajeros a los que no se les exige visado para entrar en el Reino Unido, ya estaba en vigor para los ciudadanos de Qatar, Baréin, Kuwait, Omán, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.
Los viajeros de 48 países y territorios ahora también se ven afectados, incluidos Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Corea del Sur, Estados Unidos, Hong Kong, Israel, Japón, México y Nueva Zelanda. Las solicitudes de autorización de viaje están abiertas para ellos desde noviembre.
Sólo Estados Unidos, Canadá y Australia representan 6 millones de viajeros al Reino Unido cada año, según el Ministerio del Interior británico.
A partir del 2 de abril, los nacionales de una treintena de países europeos (incluidos todos los países de la UE a excepción de Irlanda) también deberán disponer de este permiso de viaje. Podrán iniciar el trámite para su obtención a partir del 5 de marzo.
La ETA británica, que no afecta a las personas que residen en el Reino Unido, también se exige para niños y bebés.
Pero el aeropuerto londinense de Heathrow ya ha calificado este sistema de “devastador para la competitividad”. La autorización de viaje electrónica ha provocado una caída en el número de pasajeros que llegan al Reino Unido desde países del Golfo, dijo.
El gobierno local de Irlanda del Norte también está preocupado por el impacto de ETA y pide que se exima a esta provincia británica.
Según representantes de la industria turística, alrededor del 70% de los turistas que se alojan en Irlanda del Norte proceden de Irlanda. Hasta ahora, pasaban fácilmente desde este país miembro de la UE -que no requiere ETA- a la provincia británica.
“La gente no va a venir al norte de la frontera debido a este nivel extra de burocracia”, lamentó el ministro de Economía local, Conor Murphy.
En total, en 2023, el Reino Unido recibió 38 millones de visitantes, según la organización Visit Britain.
La Unión Europea prevé implementar el mismo tipo de sistema a mediados de 2025, con ETIAS (Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes), una autorización válida por tres años y con un coste de 7 euros.