Todos los padres saben que los niños son verdaderas esponjas emocionales. Absorben todo lo que ven y oyen. Luego suelen reproducir los comportamientos de los adultos que los rodean.
Una actitud de los padres que es perjudicial para los niños
Los niños están acostumbrados a reproducir las actitudes de sus padres. Esto significa que cada acción o reacción, incluso involuntaria, de los adultos puede tener un impacto directo en sus hijos.
En su libro “Por una infancia feliz”, la pediatra Catherine Gueguen habla sobre el tema. Ella indicó: “Cuando los padres y adultos que rodean al niño son respetuosos y empáticos, el niño hace lo mismo”.
“Por el contrario, cuando estos adultos gritan, golpean y humillan, los niños también los imitan”ella subrayó. Así, los argumentos o comportamiento agresivo de los padres delante de los niños puede ser muy perjudicial.
leer
Este accesorio en el coche puede costar a los automovilistas una multa de 135€ y 3 puntos menos
La psicóloga Rachida Raynaud, entrevistada por la revista Parents, añadió también que las discusiones de los padres pueden resultar muy perturbadoras para los niños. “Esto no es seguro”ella dijo.
Y para especificar: “Porque les cuesta entender por qué sus padres se ponen en ese estado emocional, con cambios de voz, de cara, llantos inusuales. Puede resultar muy perturbador verlos expresar este tipo de emoción tan fuerte”..
A causa de estas tensiones, el niño ya no se siente seguro en su burbuja. Si el conflicto afecta directamente a su educación, el impacto en su bienestar puede ser aún más terrible.
Consejos para aplicar
Un entorno familiar marcado por frecuentes conflictos puede tener importantes repercusiones en el desarrollo emocional y psicológico del niño. El psicólogo especifica: “Un entorno familiar conflictivo significa que el niño no puede sentirte seguro en tu vínculo con tus padres« .
Y declarar: “Esta inestabilidad genera ansiedad”. A través del mimetismo, el niño también corre el riesgo de reproducir estos patrones conflictivos en sus propias interacciones. También tendrá dificultades para gestionar su enfado o expresar sus emociones de forma saludable.
leer
Cancelación del permiso de conducir y multa de 1.500€ a los conductores que lleven este dispositivo en su coche
Por otro lado, sepa que no es la ira en sí lo que es problemático. Más bien, es cómo se expresa y gestiona. Los padres todavía saben que es imposible nunca discutir. Los desacuerdos son parte de la vida.
Por otro lado, es importante adoptar prácticas que minimicen el impacto de los conflictos en los niños. Incluso si no estás de acuerdo, intenta controlar tu tono y tus gestos. Un argumento constructivo muestra que los conflictos se pueden resolver sin agresión.
Si se produce una discusión delante de un niño, demuéstrale también que eres capaz de reconciliarte. Esto le tranquiliza sobre la estabilidad de sus padres. Y le enseña que los conflictos no significan el fin del amor familiar.
También debes explicarle a tu hijo lo que vio, según su edad. Dígale que las discusiones son normales, pero que no ponen en duda el amor dentro de la familia. Evite también hablar de temas delicados como finanzas o problemas personales en presencia de sus hijos.