Preguntado sobre la liberación de los prisioneros, el ejército israelí indicó “verificar esta información”. Las fuerzas israelíes arrestaron a Mohammed Abou Salmiya en noviembre. Israel acusa a Hamás, en el poder en Gaza desde 2007, de utilizar hospitales con fines militares, lo que niega. “Bajo su dirección, el hospital fue escenario de numerosas actividades terroristas de Hamás”, declaró el ejército, que registró el establecimiento, el mayor del territorio palestino, habitación por habitación.
Durante una rueda de prensa, el médico afirmó haber sido sometido a “severas torturas” durante su detención. Según los informes, sufrió una fractura en el pulgar. “Durante dos meses, los prisioneros comieron sólo una barra de pan al día”, continuó, recordando que “muchos prisioneros murieron en los centros de interrogatorio y fueron privados de alimentos y medicamentos”.
“Renunciar a la seguridad”
“La liberación del director del centro médico de Chifa en Gaza, junto con decenas de otros terroristas, es una renuncia a la seguridad”, afirmó el ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, en un mensaje publicado en X el lunes.
En mayo, asociaciones palestinas que defienden los derechos de los presos afirmaron que dos palestinos, entre ellos un médico de Al-Chifa, habían muerto en una prisión israelí, sucumbiendo a la “tortura” y a la falta de tratamiento. El ejército israelí había indicado que “no había sido informado” de tales hechos. Sin embargo, abrió una investigación el 19 de diciembre tras la muerte bajo custodia de varios palestinos detenidos en Gaza desde el 7 de octubre.
