Uno de los mayores escaladores de Japón desaparece en las laderas del monte Fuji

La escalada lo era todo para Keita Kurakami. Su filosofía de vida. Su razón de vivir. Ya víctima de un paro cardíaco en 2021, rechazó el tratamiento prescrito por los médicos que habría acabado con su carrera. Su corazón era frágil, lo sabía y había vivido con esta espada de Damocles colgando sobre su cabeza durante más de tres años. Fue en el Monte Fuji donde el alpinista japonés, a quien debemos la primera ascensión del Nose, en Yosemite, en solitario por cuerda, perdió la vida, víctima de un paro cardíaco después de cinco horas de caminata. 28 de noviembre de 2021. Unas horas después de un exigente entrenamiento que le llevó al límite, Keita Kurakami aprovecha el resto de su día para salir en bicicleta de montaña con unos amigos. La salida no duró mucho. Porque al salir tras un semáforo en rojo, el escalador japonés se desplomó al suelo. Muy rápidamente, uno de sus amigos comienza un masaje cardíaco… que durará 15 minutos, hasta que llegue la ayuda. Este último, armado con un desfibrilador, tendrá que hacerlo tres veces antes de resucitarlo con éxito. Posteriormente, Keita Kuragami será trasladado de urgencia a cuidados intensivos en el hospital más cercano. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Patagonia (@patagonia) Escalando contra viento y marea “Dudo un poco en revelar el resto de la historia a los medios”, confió posteriormente el escalador a un medio japonés, un año después de su paro cardiaco. “Porque mi elección es bastante cuestionable desde el punto de vista médico…”. En urgencias, en noviembre de 2021, los médicos detectaron una enfermedad cardíaca. Angina de pecho, una patología que provoca una fuerte contracción de las arterias coronarias que provoca un estancamiento del flujo sanguíneo e isquemia (falta de perfusión) en el músculo cardíaco. Lo que puede provocar insuficiencia cardíaca o muerte súbita. Y para evitar estas consecuencias, es habitual que le implanten un desfibrilador en el…