Mientras los rebeldes islamistas se encontraban a las puertas de Hama, la cuarta ciudad de Siria, el ejército lanzó el miércoles 4 de diciembre una contraofensiva para hacerles retroceder, afirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Según la ONG, “Las fuerzas del régimen lanzaron una contraofensiva después de medianoche” bajo cobertura aérea y pudieron hacer retroceder a los combatientes de la coalición rebelde a unos 10 kilómetros de la ciudad.
La agencia oficial siria SANA dijo el miércoles que el ejército continuaba sus operaciones contra “organizaciones terroristas” en la provincia de Hama. Ella añadió que “unidades del ejército [étaient] involucrados en enfrentamientos violentos » con rebeldes al noreste y noroeste de la ciudad. El OSDH, con sede en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de fuentes en Siria, también informó “lucha violenta” en curso.
Citada por la agencia SANA, una fuente militar siria afirmó el martes que “importantes refuerzos militares” habían sido enviados a esta ciudad estratégica en el centro de Siria, en la carretera que une Alepo con la capital, Damasco. La televisión siria mostró imágenes de Hama durante la noche, donde se puede ver a policías y soldados en plazas desiertas. Según el OSDH, los enfrentamientos también desplazaron “decenas de familias” de varias zonas del oeste y el norte de la provincia de Hama.
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Rusia, Irán y Turquía en “estrecho contacto”
Los combates, que dejaron 602 muertos en una semana, entre ellos 104 civiles, según el OSDH, son los primeros de esta magnitud desde 2020 en este país asolado por la guerra civil. Hasta el sábado, más de 48.500 personas (más de la mitad de ellas niños) habían sido desplazadas en las regiones de Alepo y la vecina Idlib, según la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
Los grupos de combatientes, cuyo componente principal es Hayat Tahrir Al-Sham (HTC), una emanación de Al Qaeda rompiendo con el movimiento yihadista, lanzaron la semana pasada una deslumbrante ofensiva que les permitió apoderarse de Alepo, la segunda ciudad de Siria, en el norte, cuyo control las fuerzas del régimen han perdido completamente por primera vez desde el inicio de la guerra civil en 2011, con la excepción de sus barrios del norte Kurdos. La pérdida de Alepo supuso un importante revés para el régimen de Bashar al-Assad.
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Además, los jefes de las diplomacias rusa, iraní y extranjera, actores clave en la guerra en Siria, dijeron el miércoles que “contacto cercano” para estabilizar la situación ante la ofensiva rebelde, según Moscú, aliado del régimen sirio. “Los ministros de Asuntos Exteriores de los tres países garantes” del proceso de Astaná, un formato de negociación sobre Siria, “Rusia, Irán y Turquía están en estrecho contacto”según declaraciones de la portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova.