En una declaración conjunta, Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido pidieron el domingo “desescalada» en Siria, añadiendo que la “escalada” del conflicto subraya “la necesidad urgente» de un “solución política».
El presidente sirio, Bashar al-Assad, buscó el apoyo de sus aliados el domingo después de perder el control de Alepo, la segunda ciudad de Siria, durante una ofensiva rebelde que dejó más de 410 muertos, según una ONG. Es la primera vez desde el inicio de la guerra en Siria en 2011 que el gobierno, aliado de Irán y Rusia, pierde completamente el control de esta ciudad del norte, un duro revés infligido por una coalición de grupos rebeldes dominados por islamistas.
Al recibir en Damasco al jefe de la diplomacia iraní, Abbas Araghchi, Assad destacó “la importancia del apoyo de aliados y amigos para enfrentar los ataques de terroristas respaldados desde el extranjero y frustrar sus planes“. Anteriormente amenazó con recurrir a “fuerza para acabar con los terroristas».
Rusia dijo que sus fuerzas aéreas estaban ayudando al ejército sirio “hacer retroceder» rebeldes en las provincias de Idlib (noroeste), Hama (centro) y Alepo (norte), mientras que Irán reiteró su apoyo”granja» al régimen de Assad.
Temor a una reanudación de las hostilidades a gran escala
Después de Damasco, Araghchi llegó a Ankara el domingo por la tarde, donde se reunirá con su homólogo turco, Hakan Fidan, el lunes antes de reunirse con el presidente Recep Tayyip Erdogan, según los funcionarios.
En 2015, y con el apoyo militar crucial de Rusia e Irán, el régimen de Assad lanzó una contraofensiva que le permitió recuperar progresivamente el control de gran parte del país y, en 2016, de toda la ciudad de Alepo, corazón económico de la prehistoria. -guerra Siria.
La violencia, la primera de esta magnitud desde 2020, hace temer una reanudación de las hostilidades a gran escala en un país dividido en varias zonas de influencia, donde los beligerantes cuentan con el apoyo de diferentes potencias regionales e internacionales.
El miércoles, el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y facciones rebeldes aliadas, algunas respaldadas por Turquía, lanzaron una ofensiva contra las fuerzas gubernamentales, capturando decenas de localidades en las provincias de Alepo, Idlib y Hama, más al sur, y tomando la mayor parte de la ciudad de Alepo el sábado, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Ataques rusos en Alepo
HTS, la antigua rama siria de Al-Qaeda, y los rebeldes”,controlar la ciudad de Alepo, a excepción de los barrios en manos de las fuerzas kurdas. Por primera vez desde 2011, Alepo está fuera del control del régimen“, afirmó Rami Abdel Rahmane, jefe del OSDH. Según esta ONG que cuenta con una amplia red de fuentes en Siria, al menos 412 personas han muerto desde el miércoles: 214 rebeldes, 137 miembros de las fuerzas progubernamentales y 61 civiles.
«A menos que lance una contraofensiva pronto o que Rusia e Irán envíen mucho más apoyo, no creo que el gobierno pueda retomar la ciudad.“, dijo a la AFP Aron Lund, del grupo de expertos Century International. El ejército confirmó el sábado la presencia de combatientes antigubernamentales en “piezas grandes» de la ciudad. Y el domingo, aviones rusos y sirios llevaron a cabo ataques en Alepo, matando a 12 personas, mientras que aviones rusos también bombardearon la ciudad de Idlib, matando a ocho personas, según el OSDH.
Según la agencia oficial siria Sana, aviones rusos y sirios atacaron “una reunión de comandantes de organizaciones terroristas” en la provincia de Alepo, matando a “decenas de personas“, y destruyó un convoy de vehículos que transportaban armas en la provincia oriental de Idlib. Roma indicó que “El colegio franciscano Terra Sancta de Alepo fue alcanzado por un ataque ruso que causó graves daños».
Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido pidieron el domingo “desescalada» en Siria, añadiendo que la “escalada” del conflicto subraya “la necesidad urgente» de un “solución política».