Las negociaciones presupuestarias llevaron a una parte de la izquierda a obtener la suspensión de un proyecto previsto para conceder los primeros permisos para la minería submarina con fondos noruegos.
Noruega no emitirá, como había planeado a pesar de las críticas de todas partes, permisos para la prospección minera submarina en sus aguas árticas en 2025.
El pequeño partido Izquierda Socialista anunció el domingo que había obtenido esta concesión como parte de las negociaciones con el gobierno de centroizquierda, minoría en el Parlamento, para ayudarlo a adoptar su proyecto de presupuesto para 2025.
“Hemos parado proyectos de extracción de minerales del fondo marino”declaró Kirsti Bergstø, líder de la Izquierda Socialista, durante una rueda de prensa. En un comunicado de prensa, el partido precisa que esta suspensión se aplica para 2024 y 2025.
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El primer ministro laborista, Jonas Gahr Støre, subrayó que esta decisión no significa el fin de los proyectos nacionales de extracción de minerales considerados esenciales para prescindir de los hidrocarburos, de los que el país es también un importante productor, en el marco de la transición energética. “Es un aplazamiento, debemos poder aceptarlo”dijo al canal TV2.
A pesar de las objeciones de científicos, ONG y otros estados, Noruega planeaba otorgar sus primeros permisos de exploración minera submarina el próximo año, lo que podría haberlo convertido en uno de los primeros países del mundo en explotar las profundidades submarinas.
En enero, su parlamento dio luz verde a la apertura de una parte del fondo marino a la prospección minera, cubriendo 280.000 km², más que la superficie total del Reino Unido.
A continuación, el Ministerio de Energía designó zonas adecuadas, que representan el 38% de esta superficie, en el Mar de Noruega y en el Mar de Groenlandia, para un primer ciclo de concesión de licencias previsto para 2025.
Juicio en curso
Esta apertura gradual de los fondos marinos a la exploración minera, reversible y acompañada de salvaguardias según el gobierno, había suscitado la oposición de ONG, instituciones internacionales como el Parlamento Europeo, científicos e incluso multinacionales.
El jueves se abrió en Oslo la demanda interpuesta contra el Estado por la filial noruega del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que exigía la suspensión de este proceso de apertura en espera de estudios de impacto.
“WWF está muy feliz de que no haya un ciclo de concesiones (…) en 2024-2025”reaccionó la presidenta de WWF Noruega, Karoline Andaur, en un mensaje a la AFP.
Por otro lado, descartó detener el proceso judicial. “Aún necesitamos que los tribunales decidan (la cuestión de) si la decisión de abrir (el fondo marino) se tomó por motivos legales”subrayó Karoline Andaur.
Contactado por la AFP, el Ministerio de Energía rechazó cualquier comentario, refiriéndose a los responsables del compromiso presupuestario.
Según numerosas ONG, la apertura de los fondos marinos a las actividades mineras supone una amenaza adicional para un ecosistema poco conocido y ya debilitado por el calentamiento global.
Entre los posibles peligros se encuentran la destrucción directa de hábitats y organismos en el fondo marino, la contaminación acústica y lumínica, el riesgo de fugas químicas de las máquinas así como el movimiento accidental de especies.
“Esta es una victoria crucial en la lucha contra la minería submarina”comentó el domingo el líder de Greenpeace Noruega, Frode Pleym. “Este debería ser el golpe final para esta industria destructiva”dijo a la AFP.
Las autoridades noruegas, por su parte, subrayan la importancia de no depender de países como China para el suministro de minerales esenciales para la transición energética y aseguran que la prospección permitiría reunir el conocimiento que falta actualmente.
Según Oslo, lo más probable es que la plataforma continental del país contenga grandes depósitos de minerales, como cobre, cobalto, zinc y tierras raras. Minerales que se utilizan en la composición de baterías eléctricas, turbinas eólicas, ordenadores y teléfonos móviles.