Poco a poco, el conflicto palestino-israelí y sus polémicas van invadiendo los distintos ámbitos de la esfera política y social en Francia. Una denuncia contra Los demandantes son la Unión Judía Francesa por la Paz (UJFP), una asociación antisionista que existe desde 1994, así como un franco-palestino, cuyos trece familiares cercanos se encuentran actualmente en la Franja de Gaza.
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Esta denuncia, presentada por las abogadas Damia Taharraoui y Marion Lafouge, es la primera por este motivo, el más grave en la escala de la ley, ante la justicia francesa. A pocos días de la emisión de órdenes de detención por parte de la Corte Penal Internacional apuntando al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a su ex ministro de Defensa, Yoav Gallant, así como al líder militar de Hamás, Mohamed Deif, por crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. Incluso si no existe un vínculo de causa y efecto entre ambos, sólo podemos enfatizar el traslado del conflicto al terreno del derecho internacional y nacional.
Los denunciantes optaron por convertirse en parte civil, lo que conduce sistemáticamente a la apertura de una investigación judicial, para evitar el despido por parte de la fiscalía. Este es el destino de una denuncia contra X por tortura, presentada en abril, contra un soldado franco-israelí. La Fiscalía Nacional Antiterrorista (PNAT), también competente en materia de crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio, consideró que las pruebas eran insuficientes.
Control total y exclusivo de Israel
En el presente caso, los hechos en cuestión fueron “cometida desde enero de 2024 por un cierto número de ciudadanos franceses presentes en Israel, en este caso participando en acciones para bloquear la ayuda humanitaria que somete deliberadamente al grupo de palestinos en Gaza, en el marco del asedio de este territorio ordenado por las autoridades israelíes, a condiciones de existencia que puedan conducir a su destrucción parcial o total”.menciona el texto de la denuncia. Claramente, los franco-israelíes pertenecientes a los colectivos Israel Is Forever y Tsav-9 están acusados de haber contribuido a la hambruna actual en la Franja de Gaza al bloquear los escasos camiones de ayuda humanitaria autorizados a entrar.
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