El fiscal especial que investiga el caso contra Donald Trump por intentos ilegales de anular los resultados de las elecciones de 2020, Jack Smith, recomendó el lunes que se detenga el procesamiento por considerarlo ahora presidente electo. El equipo de campaña de Donald Trump acogió inmediatamente con satisfacción una “gran victoria para el Estado de derecho”.
Jack Smith cumple así con una política adoptada hace más de 50 años por el Departamento de Justicia, consistente en no procesar a un presidente en ejercicio. Aunque el caso de un candidato procesado penalmente y luego elegido presidente “no tiene precedentes”, el departamento concluyó durante las deliberaciones con la fiscalía especial que esta política “se aplica a esta situación”, explica Jack Smith en su pregunta a la jueza Tanya Chutkan. Pero pidió al juez que ponga fin al proceso sin prejuzgar el curso de los acontecimientos, lo que deja abierta la posibilidad de que puedan ser relanzados al final del mandato de Donald Trump.
Una victoria sobre todo simbólica para Donald Trump
Jack Smith ya había emprendido este camino al obtener del juez, pocos días después de la votación del 5 de noviembre que resultó en la victoria del candidato presidencial republicano, la anulación de todos los plazos del calendario de este asunto. Motivó su petición por la necesidad de dar a la fiscalía “tiempo para analizar esta situación sin precedentes y determinar el curso de acción a seguir de acuerdo con la política del Departamento de Justicia”.
De vuelta en la Casa Blanca, Donald Trump podría nombrar un nuevo Ministro de Justicia que despidiera a Jack Smith o simplemente ordenar a su Departamento de Justicia que retirara los cargos en su contra.
“La decisión de hoy del Departamento de Justicia pone fin a los casos federales inconstitucionales iniciados contra el presidente Trump y constituye una gran victoria para el Estado de derecho”, aplaudió su director de comunicación, Steven Cheung, en un comunicado. El magistrado justificó su recomendación por el hecho de que Donald Trump fue elegido, cumpliendo así con una política adoptada hace más de 50 años por el Departamento de Justicia y consistente en no procesar a un presidente en ejercicio.