Sandra Hemme, que ahora tiene 63 años, fue condenada a cadena perpetua por el asesinato de Patricia Jeschke en 1980. Esta mujer, que padecía trastornos psiquiátricos, se confesó ante la policía y se declaró culpable para escapar de la pena de muerte. A falta de pruebas materiales, fue condenada únicamente sobre la base de su confesión.
La ONG jurídica Innocence Project, sin embargo, introdujo nuevos elementos ante el tribunal en enero. En un documento de 147 páginas, la asociación destaca las declaraciones “completamente contradictorias” y “fácticamente imposibles” de la declaración de culpabilidad de Sandra Hemme y afirma que no se tuvo en cuenta el estado psiquiátrico de la interesada. Por ejemplo, sus confesiones supuestamente tuvieron lugar mientras estaba bajo los efectos de medicamentos.
La policía “abusó de su enfermedad mental y la obligó a hacer declaraciones falsas mientras estaba sedada y tratada con antipsicóticos”, denunció uno de sus abogados.
El juez de Missouri dictaminó el viernes que había pruebas “claras y convincentes” de la inocencia de Sandra Hemme, quien debe ser juzgada de nuevo o liberada en un plazo de 30 días.
“Agradecemos al tribunal por reconocer la grave injusticia cometida contra la señora Hemme durante cuatro décadas”, respondieron los abogados de esta última a ABC News.
El asesinato fue presuntamente cometido por un policía local, que luego fue encarcelado por otro delito y desde entonces falleció. Los abogados destacan en su solicitud que las pruebas contra el policía no fueron aceptadas.
La sentencia de 43 años de prisión de Sandra Hemmes es, hasta donde se sabe, la sentencia injusta más larga jamás impuesta a una mujer en los Estados Unidos.
