Un líder del Congreso de Estados Unidos se opuso el miércoles a que el primer funcionario electo transgénero pudiera utilizar el baño de mujeres del Capitolio, una cuestión que está provocando un acalorado debate en Washington.
“Toda la infraestructura diferenciada por sexo en el Capitolio (…) está reservada para personas de este sexo biológico”, afirmó el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, en un comunicado de prensa.
El republicano reaccionaba a una polémica iniciada por un funcionario electo de su partido, que presentó a principios de semana un texto para impedir que la demócrata Sarah McBride acceda a los baños de mujeres de esta institución.
Esta treintañera se convirtió a principios de noviembre en la primera mujer transgénero elegida al Congreso estadounidense en representación del estado de Delaware.
“Las mujeres merecen espacios reservados para mujeres”, afirmó Mike Johnson, precisando que Sarah McBride, que prestará juramento en enero, tendría acceso a su propio baño en su oficina.
La cuestión de los derechos de las personas transgénero ha sido uno de los temas más divisivos de estas elecciones presidenciales y legislativas estadounidenses.
El acceso a los baños es particularmente debatido, y los republicanos se oponen a que las mujeres transgénero accedan a los baños de mujeres. Aseguran que esto “protegería” a mujeres y niñas.
Los demócratas, por el contrario, acusan a los republicanos de transfobia y califican de “cruel” la medida dirigida a Sarah McBride.
La principal interesada lamentó una “maniobra de la extrema derecha” destinada a “hacer olvidar que no tienen ninguna solución real que ofrecer a los problemas de los estadounidenses”.
Si bien dijo ser consciente de su imagen de pionera, recientemente afirmó que sus prioridades en el Congreso serían principalmente los temas del costo del cuidado de los niños, la vivienda, la salud e incluso el derecho al aborto.