lLas autoridades peruanas anunciaron el martes un aumento de la seguridad en la ciudadela inca de Machu Picchu, un lugar sagrado donde se ha filmado a turistas esparciendo presuntas cenizas humanas.
“Reforzaremos las medidas de vigilancia en el lugar”, instalando más cámaras y desplegando más guardias, dijo a la AFP César Medina, jefe del Parque Arqueológico de Machu Picchu.
Un vídeo en TikTok
La semana pasada, un vídeo sin fecha que mostraba a una mujer arrojando al aire las cenizas de una bolsa de plástico, antes de abrazar a otra mujer en la ciudadela, provocó una ola de indignación en Perú tras su publicación en TikTok.
Las imágenes estuvieron acompañadas del título: “Una cariñosa despedida a Machu Picchu” y los hashtags #ashes y #scatterdescendries.
El vídeo, de 30 segundos de duración, fue eliminado de la cuenta @IncaGoExpeditions, de una agencia de viajes, que lo había difundido primero.
Sin quejas
“Se notificó a la policía, pero no se presentó ninguna denuncia porque no podemos culpar a la agencia por algo que no es punible”, dijo Medina, explicando que la legislación local no prevé nada sobre la dispersión salvaje de cenizas humanas.
Después de este asunto, la práctica quedará prohibida en el lugar por motivos de salud, añadió.
Clasificado como Patrimonio de la Humanidad desde 1983, Machu Picchu, situado a 130 kilómetros de Cuzco y a 2.438 metros de altitud, fue construido en el siglo XV por orden del emperador inca Pachacútec (1438-1470).
El lugar, que recibe una media de 5.600 visitantes al día, sólo cuenta con cuatro cámaras de vigilancia y un pequeño número de guardias.