Joe Biden recibirá a su predecesor y sucesor republicano a las 11:00 hora local (17:00 en Luxemburgo) en el Despacho Oval, que la tribuna de 78 años ocupará definitivamente, y por segunda vez, tras su toma de posesión el 20 de enero. El presidente demócrata saliente se comprometió la semana pasada, tras la contundente victoria de Donald Trump, a garantizar una transferencia de poder “pacífica y ordenada” con el que ha calificado repetidamente de peligro para la democracia estadounidense.
La visita promete ser humillante para el octogenario demócrata, que sabe que buena parte de su historial podría quedar reducido a la nada por el equipo que está formando su rival, con nombramientos a cual más radical que el anterior. Entre los últimos anunciados, Elon Musk, al frente de un nuevo ministerio de “eficiencia gubernamental”, junto con el empresario republicano Vivek Ramaswamy. Este último ya había prometido en X que el dúo “no se lo tomaría con calma”. Si los tres empresarios llegan a un acuerdo duradero, podrían hacer recortes drásticos en el presupuesto federal y desregular con todas sus fuerzas.
Para Donald Trump, el encuentro con Joe Biden tendrá un fuerte sabor a venganza. Cerró de un portazo la Casa Blanca el 20 de enero de 2021, pocas horas antes de que entrara Joe Biden, sin siquiera asistir a la ceremonia de toma de posesión de su gran rival. El republicano tampoco había organizado esta visita de cortesía entre el presidente saliente y el presidente electo, una ruptura entre otras del impredecible septuagenario, con las costumbres vigentes en Washington desde hace décadas. Donald Trump cree que le robaron las elecciones de 2020.
Según Mike Johnson, tenor republicano en el Congreso, el presidente electo también podría tomar la iniciativa el miércoles en el Capitolio, el edificio que sus seguidores irrumpieron el 6 de enero de 2021 para intentar impedir la certificación de la elección de Joe Biden. Su partido ya tiene asegurada la mayoría en el Senado, la cámara alta. Los republicanos también deberían conservar el control del otro componente del Congreso estadounidense, la Cámara de Representantes. Teniendo en cuenta una Corte Suprema ahora firmemente anclada a la derecha, Donald Trump tendrá rienda suelta.
El presidente electo ya está avanzando en el nombramiento de sus leales para puestos muy estratégicos. Además de Elon Musk, confiará la diplomacia al influyente senador Marco Rubio, conocido por ser partidario de una línea muy dura contra China e Irán, y que se convertirá en secretario de Estado.
En la propia Casa Blanca, las relaciones internacionales en la nueva era Trump estarán dirigidas por otro “halcón”, Mike Waltz, en el puesto muy estratégico de Asesor de Seguridad Nacional. Para la defensa, Donald Trump anunció que quería nombrar a Pete Hegseth, ex mayor del ejército y actual presentador de noticias del zorrojefe del Pentágono.
La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, se convertiría en ministra de Seguridad Nacional, cartera que incluye aduanas y guardias fronterizos. Donald Trump hizo campaña con una virulenta retórica antisistema. Prometió expulsiones masivas de inmigrantes irregulares y un giro proteccionista radical en materia económica.
¿Ya nos sigues en WhatsApp?
Suscríbete a nuestro canal, activa el pequeño ???? y recibirás un resumen de noticias todos los días en temprano en la tarde.