Las últimas encuestas prometen una votación realmente reñida, el sistema americano es complicado, en cierto modo indirecto y se basa en la elección de los electores, estado por estado. Entonces, ¿podremos decir mañana por la mañana si ganó Donald Trump o Kamala Harris?
Quizás sí, quizás no… De hecho no lo sabemos… Por tres razones. En primer lugar, el carácter muy reñido de la votación, que podría decidirse con unos pocos votos en estados clave, en particular en Pensilvania, que envía 19 electores a Washington, un estado cuyo estado de ánimo está cambiando: un golpe republicano, un golpe demócrata. Entonces, nada dice que los dos candidatos no estarán empatados, 269 electores cada uno de 538. Esto auguraría largos recuentos. Semanas, como en el año 2000, cuando George W. Bush venció por estrecho margen al vicepresidente Al Gore, que le precedía en votos, pero no en número de votantes.
Por último, y lo más preocupante, Donald Trump ya ha difundido rumores de que los demócratas están engañando y distorsionando el voto por correo. 80 millones de estadounidenses ya han votado. Por tanto, es muy posible que no reconozca su posible derrota, según el principio que ha aplicado toda su vida: nunca digas que has perdido. Cara, yo gano, cruz, ella pierde. Podríamos encontrarnos ante una situación insurreccional, hasta el punto de que se ha reforzado la seguridad del Capitolio para evitar una nueva intrusión, como la del 6 de enero de 2021.
Muchos colegios electorales están protegidos por la policía para evitar la destrucción de las urnas, como ya ha ocurrido con las urnas postales. En cualquier democracia, la actitud de Trump, que desafía las instituciones que quiere reformar fundamentalmente, lo descalificaría. Ha elaborado una lista de sus enemigos -políticos, fiscales, funcionarios, periodistas- de los que promete vengarse.
Barbara Bush, republicana junto a Kamala Harris
Como resultado, los republicanos, fieles a las tradiciones legalistas de su antiguo partido, eligieron a Kamala Harris. Así, Barbara Bush, la hija de George W., hizo campaña junto al candidato demócrata. Pero para los trumpistas, la familia Bush es parte de la élite de Washington, mientras que Trump, el millonario de Nueva York, representa la América profunda en los pueblos pequeños y las zonas rurales. Es irracional, pero nada ayuda.
En cuanto a los temas de campaña (derechos de las mujeres, aborto, minorías), en las encuestas sólo quedan muy por detrás de la economía, la seguridad y la inmigración, áreas en las que Trump se considera más creíble. Queda una incógnita, el voto femenino, decisivo para Harris. “La mujer es el futuro del hombre”, afirmó el poeta. Quizás sea el de Estados Unidos.
Elecciones estadounidenses 2024 Firmado Giltay