En una campaña electoral, hay lo que es visible -los discursos, las reuniones, los carteles- y lo que no vemos: personas desconocidas con un poder considerable que permanecen ocultas en las sombras, influyendo y amenazando la democracia. En cualquier caso, ésta es la tesis del escritor italo-suizo Giuliano da Empoli, a la que vuelve en una entrevista para RTS.
Un dibujo de una sombra china, una mano moviendo los hilos de un hombre en una plataforma, que podemos sentir en medio de un discurso ardiente: esta es la portada del exitoso ensayo “Los ingenieros del caos”, publicado en 2019, por Giuliano de Empoli.
Una primera página que resume bien la tesis del autor: hay “ingenieros del caos”, asesores políticos expertos en nuevas tecnologías, hombres en las sombras. Estos titiriteros mezclan hábilmente dos ingredientes, la ira y los algoritmos, para conquistar el poder y sacudir las democracias.
Están detrás del Brexit, del Movimiento 5 Estrellas en Italia, de la elección de Victor Orban en Hungría o de Donald Trump en Estados Unidos. Estos visionarios pudieron captar las señales de cambio y la fuerza de Internet antes que otros.
Un análisis que sigue siendo noticia y que Giuliano da Empoli presentó en una conferencia esta semana en Sierre. El programa de RTS Tout un monde fue a su encuentro.
Polarización y radicalización del espacio público
Para Giuliano da Empoli, los debates de las próximas elecciones estadounidenses ilustran perfectamente las amenazas a la “democracia liberal”.
“Somos presa de un sistema que sólo exacerba las pasiones y promueve los mensajes más extremos”, advierte. “Tendremos tanto más éxito en el ámbito público si logramos polarizar y enviar mensajes extremos. Estas son las nuevas formas de operar. nuestro espacio público, que no sólo están sucediendo en los Estados Unidos”.
Tenemos mucho más éxito en el ámbito público si logramos polarizar y enviar mensajes extremos.
Giuliano da Empoli también evoca la Hungría de Viktor Orban, o la Italia de Matteo Salvini y luego Giorgia Meloni. Pero también hay países que han dado la espalda a los populistas: el Reino Unido, Estados Unidos, España.
“Populistas” que echan raíces
Sin embargo, según el autor, a diferencia de estos últimos ejemplos, una vez en el poder, los populistas tienden a calmarse. Y quienes piensan que el ejercicio del poder les resultará fatal, que están condenados a decepcionar, se equivocan.
Estas grandes figuras populistas (Orban, Trump, Meloni, Johnson, Bolsonaro) generalmente no cumplen sus promesas en términos de política económica o migratoria, explica Giuliano da Empoli.
“Pero no debemos olvidar que la primera promesa de los populistas es la humillación de las élites. Es posible hacerlo cuando estás en el poder”, añade. Paradójicamente, cuando tú mismo te conviertes en la élite gobernante, puedes hacerlo. Lo hizo cuando estaba en el poder. Siguen oponiéndose al establishment, a las élites.
No debemos olvidar que la primera promesa de los populistas es la humillación de las élites.
Y no sólo contra el “sistema” político. También se ataca a las “élites” económicas y culturales, por ejemplo artistas y académicos. O incluso periodistas, especifica el escritor.
Estos discursos anti-élites –en realidad son más bien una postura de una parte de la élite contra otra, que brinda la oportunidad de desviar la ira popular en su beneficio, canalizándola- “permite que ciertos líderes se mantengan o convertirse en mucho más de lo que uno podría imaginar”, concluye Giuliano da Empoli.
Una “democracia liberal en peligro”
Para Giuliano da Empoli, la “democracia liberal” está en peligro, muy desestabilizada por Internet y las redes sociales utilizadas por los ingenieros del caos para manipular la opinión y difundir mensajes extremos y negativos. Sin embargo, existen posibles soluciones.
“Los nuevos medios responden a lógicas diferentes, no tienen responsabilidad por los mensajes que transmiten y son máquinas de extremismo”. Una situación que implica tener que “construir un espacio digital que sea compatible con las reglas de nuestras democracias”, afirma.
Los políticos deben volver a aprender a imaginar un futuro que inspire deseo y provoque emociones más bien positivas.
Otra propuesta del escritor: recurrir a registros de expresión política más positivos. “Los políticos también deben volver a aprender a imaginar un futuro que inspire deseo, que provoque emociones más bien positivas, que son más difíciles de generar en comparación con las emociones negativas”.
Asunto de radio: Julie Rausis
Web de adaptación: Julien Furrer