El último balance de las devastadoras inundaciones en España es particularmente trágico. Al menos 95 personas perdieron la vida en el sureste del país durante la noche del martes al miércoles, mientras que la inspección de las zonas habitadas por parte de los equipos de rescate concluyó la tarde del miércoles.
El último informe provisional arroja 92 muertes sólo en la Comunidad Valenciana, la más afectada. Otras dos muertes se registraron en la vecina región de Castilla-La Mancha y una tercera en Andalucía.
Caos sin precedentes
Esta cifra, la más alta desde las inundaciones que dejaron 300 muertos en octubre de 1973, “aumentará porque suponemos que hay muchos desaparecidos”, advirtió el miércoles por la noche el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres.
En las zonas afectadas por el mal tiempo, los vecinos expresaron su asombro. “No queda nada que salvar […] Lo perdí todo en una noche”, dijo Emilio Muñoz, un septuagenario que vive en Utiel, un pueblo al oeste de Valencia devastado por aguaceros y barro. La lluvia dejó de caer el miércoles en la región, pero las precipitaciones de la víspera y de la noche, sin precedentes en algunos lugares, sumieron muchas localidades en el caos, con miles de habitantes aún sin electricidad.
Un año de lluvia en ocho horas
Aunque se esperaban lluvias muy intensas para el martes, que llevaron a la Agencia Nacional de Meteorología (Aemet) a emitir una alerta roja, fueron tan brutales y violentas que muchos vecinos no pudieron refugiarse. En Chiva, un pequeño pueblo del interior de Valencia, cayeron 491 litros de agua por m2 en sólo ocho horas, el equivalente a las precipitaciones de un año. El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Manzón, indicó el miércoles por la noche que los servicios de emergencia habían realizado durante el día “200 operaciones de rescate terrestre y 70 aéreas” con helicópteros.
Mientras algunos se preguntan si el Gobierno regional no había esperado demasiado antes de avisar a la población, el ejecutivo en Madrid declaró un duelo nacional de tres días a partir de este jueves, día en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tenía previsto acudir al lugar. En un breve discurso televisado por la mañana, brindó su apoyo a las familias de las víctimas y a los afectados. Por su parte, el rey Felipe VI dijo estar “devastado”.
El cambio climático, señalado
La costa mediterránea española experimenta periódicamente, en otoño, el fenómeno conocido como “gota fría”, una depresión aislada a gran altura que provoca lluvias repentinas y extremadamente violentas, a veces durante varios días. Los científicos llevan varios años advirtiendo que los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes, más duraderos e intensos debido al cambio climático.