Un periodista mexicano fue asesinado a tiros durante la noche del martes al miércoles en una región del oeste de México donde abunda el crimen organizado, dijeron fiscales locales.
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Mauricio Cruz Solís fue asesinado en el estado de Michoacán conocido por su producción de aguacate y parcialmente controlado por el crimen organizado.
El periodista publicó en la red social “Minuto x Minuto” y presentó un periódico en la emisora local “La Poderosa Uruapan”.
“La Fiscalía de Michoacán abrió una carpeta de investigación (…) luego de un ataque con arma de fuego”, dijo el fiscal, precisando que otra persona resultó herida durante el asesinato del periodista.
La fiscalía precisó que trabajó “de conformidad con el protocolo vigente para los delitos cometidos contra periodistas”.
Los asesinatos de periodistas casi siempre quedan impunes, como muchos homicidios en México.
“Mauricio fue más que un colega, fue un amigo incondicional, una fuente de inspiración y una voz incansable al servicio de nuestra comunidad”, escribió en un comunicado de prensa la emisora para la que trabajaba.
Según Reporteros Sin Fronteras (RSF), más de 150 periodistas han sido asesinados en México desde el año 2000.
Según la ONG Artículo 19, el año 2022 fue el más mortífero para la prensa con al menos 13 homicidios documentados por el gobierno.
El estado de Veracruz (sureste) ostenta el premio por el número de periodistas asesinados en este período (31). Un total de 18 fueron asesinados durante el sexenio del gobernador Javier Duarte (2010-2016). Duarte fue condenado en 2018 a nueve años de prisión por lavado de dinero y concierto para delinquir.
“La colusión entre las autoridades y el crimen organizado representa una grave amenaza para la seguridad de los periodistas”, asegura Reporteros sin Fronteras.
“Los profesionales que cubren temas sensibles relacionados con la política o la delincuencia, especialmente a nivel local, reciben advertencias o amenazas, o no simplemente son asesinados”.
Desde 2010, México cuenta con una fiscalía para delitos contra periodistas y en 2012 también se creó un Mecanismo de Protección de Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, pero ambos órganos carecen de presupuesto y recursos humanos.