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Elecciones presidenciales estadounidenses: ante los excesos de Trump, Harris ya no se queda atrás
A la traza
A seis días de las elecciones, el demócrata y el republicano parecen seguirse en los siete “estados indecisos”: ambos viajarán el miércoles también a Wisconsin, un estado de la región de los Grandes Lagos a más de 1.200 kilómetros de Carolina del Norte.
Para su reunión en Green Bay, Donald Trump estará acompañado en el escenario por Brett Favre, ex estrella del equipo local de fútbol americano profesional.
El ex mariscal de campo de los Packers no está libre de polémicas, ya que ha sido acusado de malversación de fondos públicos en su Mississippi natal.
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Kamala Harris estará en la gran ciudad universitaria de Madison, antes de tomar el avión de regreso a Pensilvania, considerado el premio mayor de los estados clave a ganar.
A lo largo del país, pero sobre todo en los estados clave, Donald Trump y Kamala Harris no escatiman esfuerzos para convencer a los pocos votantes aún indecisos para estas elecciones, que prometen ser una de las más reñidas de la historia de Estados Unidos.
Según el agregador de encuestas FiveThirtyEight, los dos candidatos están muy igualados.
Estas encuestas nacionales no dan ninguna indicación de la popularidad de los candidatos en los estados clave, los estados indecisos, donde se disputarán las elecciones del 5 de noviembre. Sólo dan una idea de las votaciones a escala nacional. Sin embargo, el sistema de votación estadounidense permite que un candidato que no tenga la mayoría de votos gane las elecciones.
Más de 50 millones de personas ya han votado anticipadamente o por correo. Hasta 2020, han votado un total de unos 160 millones de estadounidenses.
Las consecuencias puertorriqueñas
El equipo de campaña del republicano todavía intenta limitar los daños después de una reunión el domingo en el Madison Square Garden de Nueva York durante la cual un comediante describió a Puerto Rico, territorio estadounidense en el Caribe, como una “isla flotante de basura”.
La diáspora puertorriqueña está particularmente presente en los estados de Nueva York y Florida, pero podría ser especialmente importante en Pensilvania, donde dos oradores puertorriqueños hablaron en el escenario durante un mitin de Donald Trump el martes por la noche.
Si Donald Trump se ha distanciado de los comentarios de Tony Hinchcliffe, declarando en una entrevista con Fox News que el comediante no debería haber estado en el escenario, las consecuencias siguen siendo indeterminadas.
“Iba a votar por los republicanos y eso me hizo examinar más de cerca el plan de Harris”, dijo a la AFP Javier Torres Martínez, un puertorriqueño de 45 años que vive cerca de Miami, Florida. “Antes estaba 100% convencido de votar por Trump y ahora estoy 100% motivado para votar por Kamala Harris. »
Joe Biden, sin embargo, complicó la situación el martes por la noche. ¿En cuestión? Una excavación lanzada en respuesta al insulto de Tony Hinchcliffe y en la que presumiblemente ataca a los seguidores de Donald Trump.
“La única basura que veo flotando por aquí son sus seguidores”, declaró el presidente demócrata, provocando críticas del campo republicano.