Se espera que la economía beninesa registre un crecimiento del 6,2% de media anual entre 2024 y 2026, gracias en particular al aumento de las inversiones y a la ampliación de la zona industrial Glo-Djigbé (GDIZ), una zona industrial situada a 45 km de Cotonou y dedicada al procesamiento local de productos agrícolas como algodón, anacardos, piña y karité, estimó el Banco Mundial.
En su informe, la institución financiera también indica que los esfuerzos de consolidación presupuestaria desplegados en 2023 permitieron reducir el déficit presupuestario hasta el 4,1% del PIB, el nivel más bajo desde 2019, y por debajo del 5,5% de 2022. Esto se debe a un aumento de los ingresos totales del 0,7% al 15% del PIB, mientras que el gasto público disminuyó del 0,6% al 19,2% del PIB. Se espera que la consolidación fiscal continúe en el mediano plazo y que el déficit presupuestario siga cayendo hasta el 2,7% del PIB en 2026.
Titulado “Adaptación al cambio climático para un crecimiento económico sostenible y resiliente”, el informe también destaca las perspectivas a largo plazo de la economía beninesa.
De hecho, el Banco Mundial señala que lograr un crecimiento económico sostenible y resiliente en las próximas décadas dependerá de los esfuerzos para adaptarse al cambio climático.
El informe recomienda fortalecer acciones en el sector agrícola, incluida la adaptación de prácticas agrícolas, la restauración forestal y las inversiones en recursos hídricos.
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