DESCRIPCIÓN – La aceleración de los cambios en Oriente Medio ha vuelto a poner la cuestión nuclear iraní en primer plano. Pero Joe Biden está presionando a Israel para que lo abandone.
Desde las masacres del 7 de octubre, el elefante en la habitación, el tema tabú que cubre con una niebla amenazadora el conflicto en Oriente Medio, el motivo oculto de los diplomáticos. Suspendida por la invasión de Ucrania en febrero de 2022, la cuestión nuclear iraní ha vuelto repentinamente al primer plano. ¿Puede Israel, en su anunciada respuesta a los lanzamientos de misiles iraníes, impulsar represalias contra las instalaciones nucleares iraníes?
Las fuerzas de seguridad del Estado judío llevan mucho tiempo preparándose para esta eventualidad. El acuerdo nuclear iraní, sellado en 2015 entre la comunidad internacional e Irán, que pretendía frenar el avance de la República Islámica hacia la bomba, está muerto, muerto por la retirada unilateral de la Administración Trump en 2018 y por las violaciones de Teherán. El retraso impuesto al programa iraní por las operaciones clandestinas de Israel, ya sea el virus informático Stuxnet, que dañó las centrifugadoras en 2010, o los asesinatos selectivos…
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