Crece la ocupación por un grupo de estudiantes propalestinos del edificio Géopolis en el campus de la Universidad de Lausana (Unil). Redactada por once empleados de la Unil, se envió a la dirección una carta de apoyo a la ocupación.
Con una reunión de 200 personas, discursos, conferencias y música, el movimiento en apoyo de Palestina cobra impulso en el campus universitario de Lausana. La ocupación fue autorizada por la dirección hasta el lunes.
El estudiantado comprometido exige una lista de colaboraciones con instituciones israelíes, así como un boicot académico de las mismas. “La Unil tiene la responsabilidad de su colaboración con las instituciones israelíes”, explica un estudiante que participa en la ocupación.
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Desde este fin de semana, varios docentes han apoyado la movilización. “Su acción es pacífica, no violenta y sus valores son coherentes con los valores universales de los derechos humanos”, afirmó Mounia Bennani-Chraïbi, profesora de ciencias políticas.
“Es extremadamente importante para nosotros que haya habido esta movilización frente a las violaciones del derecho internacional desde hace varios meses”, añade.
Una carta comprometida
Además del apoyo de parte del personal docente, el sábado se envió a la dirección una carta firmada por once empleados de la Unil. Muestra su apoyo al movimiento estudiantil a favor de Palestina.
“Apoyamos firmemente la petición de los estudiantes (…) de poner fin lo antes posible a cualquier colaboración con instituciones vinculadas al gobierno israelí o que no hayan expresado su oposición a la política actual”, se lee en la carta.
La Universidad de Lausana, contactada por RTS, no quiso responder.
Un clima de tensión
Desde la publicación de esta carta, algunos docentes temen un deterioro del clima laboral debido a la polarización que crea. Anne Bielman Sánchez, profesora de historia antigua, lamenta la exhibición de una postura en el contexto académico.
“O estás en un bando o en el otro. Esto es exactamente lo que yo llamo un posicionamiento político y, para mí, una universidad no tiene por qué hacer ese posicionamiento político”, cree el profesor.
Según ella, se ha vuelto difícil “trabajar con calma, realizar nuestra labor investigadora y docente en un marco tan conflictivo como el que se ha convertido hoy en día la Universidad de Lausana”.
Asunto de televisión: Jacqueline Pirszel
Adaptación web: Raphaël Dubois
