La XIX Cumbre de la Francofonía tuvo lugar en París y en Villers-Cotterêts (Francia) a finales de la semana pasada en presencia de varias decenas de jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros. ¿Qué debemos recordar concretamente de esta reunión y de los eventos asociados? El punto de vista del ensayista y electo local francés, Gilles Djéyaramane
AFRIMAG: ¿Cuáles son las conclusiones de esta Cumbre de la Francofonía a nivel institucional?
Gilles Djéyaramane: tDe esta XIX Cumbre surgen tres cuestiones principales.
En primer lugar, la cuestión de la educación y el empleo de los jóvenes francófonos. Había conciencia de que los jóvenes francófonos representaban una oportunidad para todos los países francófonos y que era necesario considerar e implementar una movilidad más fácil. Un poco como si la Francofonía se diera cuenta de su retraso en comparación con la Commonwealth y, en general, con el mundo anglosajón, un maestro en términos de “fuga de cerebros”. La cuestión de las normas de movilidad en la zona francófona ha sido planteada claramente por varias personalidades destacadas, como el delegado general de la Asamblea Parlamentaria francófona.
En segundo lugar, la admisión de nuevos miembros en la Organización Internacional de la Francofonía. De hecho, hemos asistido a la llegada de nuevos miembros observadores como Angola, Chile, Nueva Escocia (Canadá), la Polinesia Francesa (Francia) y el Sarre (Alemania), elevando a 93 el número de miembros de la OIF. La adhesión de estas dos últimas entidades revela el deseo de ciertos líderes infraestatales de jugar la carta de un multilateralismo regenerado. Además, cabe señalar que Chipre y Ghana han visto evolucionar su estatus hasta convertirse en miembros de pleno derecho. Recordemos también que en julio pasado se incorporó a la Asamblea Parlamentaria Francófona, como sección miembro, la Asamblea Nacional de Angola; la Cámara de Representantes de Chipre como sección asociada; la Asamblea Legislativa de Puducherry en calidad de observadora. En resumen, se está produciendo una gran dinámica a nivel institucional.
En tercer lugar, se consideró cómo la OIF podría ayudar a resolver las crisis internacionales. A este respecto, la declaración final enumera numerosos puntos de tensión y crisis en el planeta que afectan a países francófonos y no francófonos.
Tres documentos exponen los aspectos más destacados de la Cumbre y están disponibles en el sitio web de la organización: la declaración de la Cumbre, la declaración de solidaridad con el Líbano que pide tanto un alto el fuego como mejoras en la gobernanza en el Líbano, y la resolución sobre las crisis en la región franco- zona de habla.
Además, lamentaremos la ausencia de un cierto número de países en la Cumbre, en particular tres países cuyas autoridades militares de transición tienen relaciones bastante complicadas con Francia y los países de la Francofonía, así como la no visita del Jefe de Estado Senna.Galais representado por su Ministro de Integración Africana y de Asuntos Exteriores.
Finalmente, cabe señalar que la próxima Cumbre tendrá lugar en Camboya, una forma de homenaje a uno de sus creadores, el fallecido rey Norodom Sihanouk.
AFRIMAG: Tranquilícenos, la promoción y celebración de la Francofonía no se limitó a manifestaciones ¿institucional?
Gilles Djéyaramane: En primer lugar, cabe señalar que, además de la Cumbre, se organizaron otros dos acontecimientos paralelos: el Festival de la Francofonía “Refaire le monde” y su rica programación cultural (con un pueblo dedicado a la Francofonía, en particular en el Cent Quatre de París), y Francotech, feria de negocios e innovación en francés.
A otro nivel, hemos asistido a una efervescencia de reuniones, manifestaciones, simposios organizados por organizaciones no gubernamentales, comunidades o agrupaciones de comunidades, asociaciones, etc. Por ejemplo, las reuniones de la asociación internacional de alcaldes francófonos (AIMF) , o incluso los encuentros de la Francofonía de Ile-de-France organizados por la región de Île-de-France, los simposios empresariales francófonos, los festivales de música, literatura o incluso de humor. Un verdadero caldo de francofonía pero que reunió sobre todo a entusiastas y activistas de la “causa francófona”.
AFRIMAG: Y la población francesa, ¿cómo vivió esta Cumbre?
Gilles Djéyaramane: Mis sentimientos son bastante contradictorios y, francamente, estoy un poco frustrado. Es innegable que esta Cumbre de la Francofonía en suelo francés no despertó el entusiasmo popular. Podríamos haber hecho más hacia el público en general.
Más allá de la falta de comprensión del tema por parte de los franceses y de una cierta indiferencia, hay en primer lugar un contexto social extremadamente difícil.
La crisis política que sacude al país es profunda y las divisiones internas en la sociedad francesa son significativas. Las elecciones europeas, la disolución de la Asamblea Nacional y luego las elecciones legislativas y sus resultados lo reflejan. Ciertamente, la tregua olímpica y paralímpica y el éxito innegable de los Juegos han supuesto una verdadera luz en el oscuro panorama de los franceses, pero no podemos ocultar la cara de los franceses continuamente con temas que consideran no prioritarios.
Los franceses han vuelto a la realidad, a su realidad, es decir, a la expectativa de la formación de un nuevo Gobierno. No están acostumbrados a encontrarse en una incertidumbre gubernamental de esta magnitud. Es todo este contexto el que debemos tener presente y que no fue realmente favorable a la cobertura mediática y a la promoción entre el gran público de esta francofonía abierta al mundo que muchos de nosotros deseamos.
Sin embargo, podemos subrayar el compromiso de Jean-Noël Barrot, nuevo Ministro de Europa y de Asuntos Exteriores, y el de su nuevo Secretario de Estado encargado de la Francofonía y de las Asociaciones Internacionales, Thani Mohamed-Soilihi, que supo aprovechar su funciones en dadosestancias muy cortas y asume con convicción sus misiones.
En última instancia, es una oportunidad perdida con los franceses. ¿Quizás no deberíamos tener en la misma secuencia elecciones esenciales para el país, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, la Cumbre de la Francofonía y el proyecto de reapertura de la catedral de Notre Dame?
Un importante diario, Le Figaro, tituló el 4 de octubre, día de inauguración de la Cumbre de la Francofonía. “La Francofonía se reúne sin hacer ruido”, un título cruel que al final resulta muy acertado a pesar del dinamismo de sus promotores institucionales y asociativos.
Par Miqueas se atreveCorresponsal Permanente