« esto debe parar. » Con estas palabras Donald Trump demostró su deseo de poner fin a las guerras que desgarran a Europa del Este y Oriente Medio. El jueves por la noche, durante una gala organizada en su residencia de Mar-a-Lago (Florida), presentó sus grandes ambiciones en materia de política exterior para su próximo mandato. El multimillonario neoyorquino pretende reorientar la política exterior de Estados Unidos apostando por negociaciones para poner fin a las hostilidades que continúan en Ucrania y en las fronteras de Israel, informa El Fígaro este viernes 15 de noviembre.
Este enfoque, en consonancia con la línea no intervencionista de Donald Trump, pretende limitar la implicación militar directa de Estados Unidos en el exterior. Para respaldar esta estrategia, el presidente electo anunció medidas destinadas a racionalizar el gasto federal, particularmente dentro del Pentágono. Estos recortes presupuestarios, otorgados a Elon Musk como parte de una misión de reforma gubernamental, podrían redirigir recursos hacia iniciativas diplomáticas en lugar de acciones militares prolongadas.
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Una ruptura con el intervencionismo histórico de Estados Unidos
Al abogar por el fin de las hostilidades en Ucrania y Oriente Medio, Donald Trump también se aleja del intervencionismo histórico de Estados Unidos, caracterizado por una presencia militar estadounidense sostenida en estas regiones. Según él, las intervenciones llevadas a cabo para proteger los intereses estadounidenses en el extranjero le han costado demasiado al país. Recordó así los 1.000 millones de dólares gastados en Afganistán entre 2001 y 2021, un resultado que considera un fracaso estratégico.
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Esta posición viene con un mensaje claro: una política exterior centrada en reducir las tensiones y la negociación en lugar de una escalada militar. “ Tenemos que trabajar muy duro en Oriente Medio, Rusia y Ucrania. “, dijo. El objetivo declarado del 47º presidente de los Estados Unidos es poner fin a estos conflictos a través de la diplomacia. Una ambición que habrá que confrontar con la realidad sobre el terreno.
Una visión que podría chocar con la realidad sobre el terreno
Para hacer realidad esta visión, Donald Trump recurre a nombramientos estratégicos, como el de Marco Rubio como Secretario de Estado, pero también el de Tulsi Gabbard, que asume el mando de la CIA. Conocido por sus posturas firmes hacia China e Irán, Marco Rubio tendrá, no obstante, que combinar firmeza y diplomacia para cumplir con las expectativas presidenciales de reducción de la tensión. Un acto de equilibrio que resultará más fácil para Tulsi Gabbard, veterana de la guerra de Irak, conocida por sus duras críticas a las intervenciones militares estadounidenses en todo el mundo.
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En octubre, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky dio a conocer su “plan de victoria” durante un discurso en el que descartó cualquier concesión territorial a Rusia y pidió a Occidente que la invitara a unirse a la OTAN. “ Rusia debe perder la guerra contra Ucrania. No puede haber “congelación” (del frente). No puede haber intercambio sobre el territorio de Ucrania ni sobre su soberanía. “, insistió. En Medio Oriente, la eliminación de los líderes de Hamás y Hezbolá abrió un nuevo capítulo en la guerra de Israel contra el Líbano. En este sentido, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pretende llevar su ventaja lo más lejos posible, incluso si eso significa sacudir a su padrino estadounidense.