La carta del presidente del Gobierno socialista fue escrita el día en que se abrió una investigación sobre Begoña Gómez por “corrupción” y “tráfico de influencias”. El caso fue llevado ante un juzgado de Madrid por el sindicato Manos Limpias, cercano a la extrema derecha y acostumbrado a este tipo de actuaciones. Acusa a Begoña Gómez de haber utilizado su condición para favorecer a una colaboradora en la adjudicación de contratos públicos, así como para favorecer el rescate de la aerolínea Air Europa. De hecho, la empresa recibió 475 millones de euros del gobierno. Pero otras empresas se salvaron durante este período, incluidos algunos competidores.
Tras cinco días de incertidumbre, Pedro Sánchez se limita a anunciar que seguirá siendo presidente del Gobierno, sin más explicaciones
La esposa del primer ministro huye de los focos
Pedro Sánchez está casado con Begoña Gómez desde 2006, poco después del nacimiento de su primera hija. Originaria de Bilbao, en el País Vasco, hizo carrera en consultoría, particularmente para ONG, y en docencia. Desde 2018, cuando su marido asumió su cargo actual, ella se ha mantenido en gran medida fuera del foco de atención y su vida familiar se ha preservado relativamente. Pero ella y quienes la rodean siempre han sido un ángulo de ataque para quienes intentaron causar daño político a su marido. Ya en 2014, cuando Pedro Sánchez asumió la dirección del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Un persistente rumor afirma, por ejemplo, que en realidad es una mujer trans, lo que, según sus autores, desacredita al Primer Ministro.
Pero fue en febrero, con el estallido del “caso Koldo”, un escándalo de corrupción que involucra a un exasesor del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, cuando las acusaciones se endurecieron. Intentando arrastrar a miembros del Gobierno a este asunto, la oposición empezó a acusar a Begoña Gómez del rescate de Air Europa. Desde entonces, las acusaciones han ido aumentando en la prensa y en el Parlamento.
