Gracias a un sistema de parada de emergencia, el TGV, cuyo conductor se suicidó saltando de su tren en marcha el martes 24 de diciembre, se detuvo automáticamente sin causar heridos entre los pasajeros.
Una tragedia en la Nochevieja de 2024. El conductor de un TGV se suicidó este martes 24 de diciembre saltando de su tren en marcha en la línea Sudeste. Sin embargo, se evitó otra tragedia: la del “desastre ferroviario”, subrayó este miércoles el nuevo ministro de Transportes, Philippe Tabarot, ante el micrófono de BFMTV.
“Sin el sistema de seguridad implementado, podría haber sido un desastre ferroviario particularmente grave con cientos, incluso casi 1.000 pasajeros, que podrían haber perdido la vida”, afirmó.
Este sistema de seguridad, denominado “Standby automático con control de apoyo” (Vacma), tiene la función de confirmar la presencia y operatividad del conductor. Y así activar la frenada de emergencia en caso de fallo por su parte.
“Los motores del tren se apagan automáticamente”
“Cada 30 segundos, el empleado debe accionar una palanca manual o un pedal. Si no sucede nada después de cinco segundos, suena una alarma. Y si después de tres segundos no sucede nada, se realiza un frenado de emergencia para detener el tren”, detalla Gérard Feldzer, consultor de transporte de BFMTV.
“Las locomotoras del tren cortan automáticamente su esfuerzo de tracción y al mismo tiempo se activa el dispositivo automático de frenado de emergencia”, indicó la SNCF en un comunicado de prensa.
Antes de añadir: “En el caso de la tragedia de ayer, este dispositivo de seguridad funcionó como se esperaba”.
Además de la parada automática del tren, también se activa una alarma para los agentes reguladores, es decir, en este caso, para los que operan en la línea Sureste. Deben comprobar que ningún otro tren pueda chocar con el TGV parado. Los sistemas se “duplican, triplican para garantizar la máxima seguridad”, aseguró a Le Parisien un conductor jubilado de TGV.
“El regulador, en su cuadro óptico, vio inmediatamente que un Vacma parpadeaba y que se había realizado una frenada de emergencia”, afirmó por su parte la SNCF al diario Isla de Francia.
Este “accidente personal” fue la causa de importantes retrasos el martes por la tarde en el LGV Sud-Est, que rodeó una decena de TGV y afectó a miles de pasajeros en Nochebuena, con retrasos de hasta las tres y las cinco. La SNCF insistió en esta “terrible tragedia” que sumió en “luto” a toda la familia ferroviaria este día de Navidad.
El ministro de Transportes, Philippe Tabarot, declaró a BFMTV que se había creado una “unidad psicológica” para los familiares y compañeros del conductor.
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