Washington DC:
Dos de los gigantes tecnológicos más grandes del mundo, Apple y Google, están participando juntos en lo que parece cada vez más un caso indefendible. Hay miles de millones en juego y Google, el motor de búsqueda “predeterminado” del mundo, mira al abismo.
Hay mucho que perder para ambos gigantes tecnológicos: para Apple, esto podría provocar pérdidas por valor de decenas de miles de millones de dólares al año y consecuencias incomprensibles en la precisión de sus resultados en funciones como Siri y Spotlight, cuyo marco depende en gran medida de la búsqueda de Google. . Para Google, además de dinero y cuota de mercado, esto puede resultar en la pérdida masiva de todo su navegador web: Chrome. También enfrenta otra pérdida potencial gigantesca: su sistema operativo Android.
Y así, al encontrar a Google en un gran problema, Apple ha intentado participar en el juicio antimonopolio contra Google por su motor de búsqueda en Internet. Apple dijo el martes que necesita intervenir ya que no puede depender únicamente de Google para defender los acuerdos de reparto de ingresos que tienen las dos empresas.
El epicentro del caso, que ha sacudido Silicon Valley, reside en un acuerdo entre Google y Apple, por el que el fabricante del iPhone, iPad y Macbook recibe decenas de miles de millones de dólares cada año por convertir a Google en el motor de búsqueda predeterminado de su navegador. -Safari. Solo en 2022, Apple supuestamente recibió más de 20 mil millones de dólares como resultado de este mismo acuerdo.
La pregunta central del caso es simple: ¿Google ha monopolizado las búsquedas en línea? Según Google, no, no es así.
Un monopolio en términos comerciales simples es una situación en la que una sola empresa controla todo el mercado. En tal escenario, resulta difícil o a veces imposible que la competencia pueda competir debido a la falta de igualdad de condiciones.
Centrándose precisamente en este punto, los abogados de Apple presentaron sus documentos ante el tribunal el martes, en los que transmitían que Apple y Google no son competidores, y Apple tampoco quiere competir en el espacio de los motores de búsqueda. También dijo que así será si Apple recibe o no los miles de millones de dólares de Google en el futuro.
Apple, en su petición, también dijo que quiere llamar a testigos que declararán bajo juramento en el juicio previsto para abril de 2025. Ese día, los fiscales intentarán resaltar que Google debe absolutamente tomar múltiples medidas, dos de las cuales son vender su Navegador Chrome y posiblemente también su sistema operativo Android. Los fiscales creen que sólo entonces se restablecerá la competencia en las búsquedas en línea. Pero si esto sucede, será un golpe fatal para Google.
Mientras que la empresa matriz de Google, Alphabet, está buscando una forma de luchar contra esta grave amenaza a su existencia, Apple, que comprende la gravedad de la situación, ha dicho: “Google ya no puede representar adecuadamente los intereses de Apple. Google debe ahora defenderse de un amplio esfuerzo para dividir sus unidades de negocio”.
Mientras tanto, para justificar su postura, Google ha afirmado que toda la premisa del caso se basa en acuerdos exclusivos, y en eso debería centrarse el caso, en lugar de apuntar a romper con Google. Incluso ha ofrecido poner fin a tales acuerdos en el futuro.
Además de poner fin al acuerdo con Apple, Google incluso ha sugerido que está dispuesto a no firmar ningún acuerdo con los fabricantes de teléfonos Android que requieran que el fabricante de teléfonos establezca Google como motor de búsqueda predeterminado a cambio de su sistema operativo y aplicaciones de soporte. Google también dijo que a las empresas de navegadores como Mozilla se les daría más flexibilidad para configurar motores de búsqueda rivales como su búsqueda predeterminada. Según los abogados de Google, esta es una solución justa para hacer el mercado más competitivo.
Desde ahora hasta la audiencia crucial de abril, Google está haciendo todo lo posible para defenderse y limitar sus pérdidas, en caso de perder el caso innovador.
El caso del Departamento de Justicia de EE. UU. contra Google está llamado a ser un momento decisivo para la industria tecnológica global: un caso histórico que puede cambiar la forma en que el mundo usa Internet.
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