Hay veladas de fútbol inolvidables que hay que vivir desde las gradas de un estadio, y la selección francesa de Didier Deschamps ha ofrecido varias a sus seguidores en los últimos años. Este jueves 14 de noviembre, sin duda, no será uno de ellos, y todo, desde el contenido del partido contra Israel (0-0) hasta el ambiente triste en los pasillos del Stade de France, quedará olvidado en la historia deportiva de los Azules. Basta recordar que con este punto del empate, estos últimos validan su clasificación para los cuartos de final de la Liga de las Naciones.
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Muy poco consuelo para las 16.611 personas presentes en las gradas, lo que constituye la asistencia más baja en el estadio de Saint-Denis (Seine-Saint-Denis) durante un partido de la selección francesa, fuera del período de Covid-19. Muchos de los aficionados habituales de los Bleus faltaron a esta reunión, desanimados por la situación de seguridad. “pesado”como lo describió Didier Deschamps, o a veces guiados por el deseo de boicotear este encuentro internacional, debido a la ofensiva israelí en la Franja de Gaza tras los atentados del 7 de octubre.
Se les ahorró un partido de infinita tristeza, a diferencia de las figuras políticas que acudieron en gran número. De esta reunión, el primer ministro Michel Barnier y el presidente Emmanuel Macron, presentes como sus predecesores François Hollande y Nicolas Sarkozy, seguramente recordarán más las draconianas medidas de seguridad implementadas por las autoridades que el deslucido juego de los Tricolores.
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En los alrededores del Estadio de Francia, la policía era más numerosa que los aficionados vestidos con camisetas o banderas. “Esta reunión presenta un fuerte riesgo de alteraciones del orden público, debido al contexto geopolítico internacional”señaló la jefatura de policía en una nota interna. Policías y gendarmes se movilizaron en gran número alrededor y dentro del estadio, donde el ambiente no era de fiesta: bares y restaurantes cerraron.
A dos kilómetros de distancia, en la plaza del Frente Popular de Saint-Denis, varios centenares de personas se reunieron contra la celebración de la reunión, denunciando la intervención armada de Israel en la Franja de Gaza y en el Líbano. Levantándose contra “un partido de segunda” recepción “la presencia del presidente Macron, del primer ministro, Nicolas Sarkozy y François Hollande”Eric Coquerel, diputado (La France insoumise) por Seine-Saint-Denis, denostó el mensaje enviado por el ejecutivo francés: “Francia está mirando hacia otra parte. Esto es puramente un escándalo. »
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