Chris Barry es el presidente de Microsoft Canadá
En el lugar de trabajo actual, la inteligencia artificial es más que una simple herramienta para la automatización: es un catalizador para la productividad transformadora. La IA puede aumentar la capacidad de toda una organización, impulsando las habilidades de todos y amplificando la experiencia. Puede aliviar el peso del trabajo y capacitar a los empleados para que se concentren en tareas de mayor valor. Está remodelando la forma en que trabajamos, pensamos y nos conectamos, ofreciendo a los líderes nuevas oportunidades no solo para mejorar el desempeño sino también para mejorar una habilidad que a menudo se considera claramente humana: la inteligencia emocional.
La inteligencia emocional (nuestra capacidad para reconocer y gestionar las emociones, tanto en nosotros mismos como en los demás) ha sido durante mucho tiempo un factor crítico para el éxito en el lugar de trabajo. De hecho, más de la mitad (58 por ciento) del éxito laboral general está ligado a la inteligencia emocional, y el 75 por ciento de las empresas Fortune 500 están invirtiendo en capacitación para fortalecerla, según una investigación de TalentSmart, que ayuda a crear mejores líderes mejorando inteligencia emocional. Pero lo que muchos líderes quizás no sepan es que la IA puede ayudar a mejorar esta habilidad vital, transformando no solo la forma en que trabajamos, sino también la forma en que interactuamos.
Transformando la forma en que trabajamos y nos conectamos
La adopción de la IA se está acelerando en todos los sectores, desde la atención sanitaria hasta las finanzas y el comercio minorista. Según el Índice de Tendencias Laborales 2024 de Microsoft, el uso de IA generativa casi se duplicó en solo seis meses, y el 62 por ciento de los trabajadores del conocimiento ya integran la IA en sus flujos de trabajo. Esta tecnología permite a los empleados centrarse en tareas de mayor valor mientras automatizan la rutina, pero es esencial que los líderes logren un equilibrio entre la productividad impulsada por la IA y la preservación de los elementos humanos que hacen que el trabajo tenga sentido. Cuando se usa cuidadosamente, la IA puede ayudarnos a concentrarnos en lo que más amamos de nuestro trabajo.
En mis conversaciones con líderes empresariales de todo Canadá, a menudo me preguntan cómo implementar la IA sin perder el toque humano. La respuesta está en utilizar la IA para empoderar a los equipos, reducir las cargas de trabajo y permitirles centrarse en tareas más creativas, colaborativas y satisfactorias: las cosas en las que somos innatamente buenos como seres humanos. La IA también puede ofrecer información que mejore nuestra capacidad para reconocer señales emocionales, monitorear el bienestar y fomentar conexiones más profundas entre los equipos. Esta tecnología no está aquí para apoderarse de la empatía; está aquí para mejorarlo.
Afinar la inteligencia emocional para construir equipos más fuertes
A medida que la IA se integra más en las operaciones diarias, puede ayudar a los líderes a obtener una visión más clara de la dinámica del equipo al identificar patrones que pueden indicar un mayor estrés o un menor compromiso. Por ejemplo, las plataformas impulsadas por IA pueden resaltar áreas donde los empleados podrían necesitar apoyo adicional, permitiendo a los líderes intervenir temprano y fomentar un ambiente de trabajo más saludable. Este enfoque proactivo ayuda a crear una cultura más empática y solidaria, donde la tecnología permite a los líderes priorizar aún más el bienestar de sus equipos.
Las herramientas de análisis de sentimientos impulsadas por IA pueden analizar datos textuales para determinar los matices emocionales y complementar aún más estos esfuerzos. Sirven como un recurso valioso en el conjunto de herramientas de un gerente para ayudar a garantizar que los empleados se mantengan comprometidos y mantengan un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal. Al identificar cambios sutiles en la moral del equipo, la IA permite a los líderes mantenerse en sintonía con los estados emocionales de sus equipos y responder de manera reflexiva. Esto crea un entorno en el que los empleados se sienten genuinamente apoyados, lo que en última instancia fortalece las conexiones y construye equipos más resilientes.
Al intentar implementar soluciones de IA, los líderes deben priorizar un enfoque equilibrado. No se trata sólo de impulsar la eficiencia, sino de utilizar la IA para empoderar a las personas. La clave es implementar la IA de manera que preserve y mejore las relaciones humanas. Los líderes deben centrarse en estrategias de IA que enfaticen tanto las ganancias de productividad como la inteligencia emocional, garantizando que sus organizaciones sigan siendo competitivas sin perder de vista el elemento humano.
La inteligencia emocional es una ventaja competitiva en los negocios
El liderazgo emocionalmente inteligente no es sólo algo agradable de tener; es una necesidad empresarial. Las herramientas impulsadas por IA pueden proporcionar retroalimentación en tiempo real sobre la dinámica del equipo, ofrecer información sobre las relaciones interpersonales y ayudar a los líderes a fomentar una cultura de conexión. Esto es importante no sólo para el compromiso de los empleados sino también para el resultado final. Existe una increíble oportunidad para que los líderes y las empresas canalicen el entusiasmo de los empleados por la IA hacia la transformación empresarial. Esto será diferente para cada organización, pero pasar de la experimentación a la transformación requiere compromiso en todos los niveles de la organización, desde el director ejecutivo hasta el empleado de nivel inicial.
Una nueva investigación realizada por Accenture para Microsoft muestra que la IA podría generar hasta 180 mil millones de dólares anuales para 2030 en ganancias de productividad para las empresas canadienses, ahorrando a los trabajadores hasta 125 horas al año (30 minutos al día). Al permitir que la IA maneje tareas rutinarias, los líderes pueden concentrarse en construir relaciones más sólidas con sus equipos, impulsando tanto la productividad como la conexión emocional.
Preparándose para el futuro del trabajo
En un lugar de trabajo en evolución, aquellos que adopten la IA como una herramienta no solo para mejorar los procesos sino también para fomentar conexiones humanas más profundas liderarán el camino. La IA no sólo eleva el listón, sino que también puede superar el techo profesional. La recompensa para el usuario avanzado es clara: más impacto para las empresas, más satisfacción para las personas. El futuro no se trata de elegir entre IA e inteligencia emocional, sino de utilizar ambas para crear equipos más comprometidos, productivos y resilientes.
Esta columna es parte de la serie Leadership Lab de Globe Careers, donde ejecutivos y expertos comparten sus puntos de vista y consejos sobre el mundo laboral. Encuentre todas las historias del Laboratorio de Liderazgo en tgam.ca/leadershiplab y pautas sobre cómo contribuir a la columna aquí.
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